Las normas de protocolo no son algo habitual en nuestro día a día a no ser, claro está, que formes parte de la realeza. Pero al margen de la aristocracia y la alta cuna, existe todo un decálogo de buenas formas que supera límites coherentes, con normas extravagantes que llegan a sorprender por lo absurdas que pueden resultar.
¿Crees que cumples adecuadamente con la etiqueta cuando es necesario? Descubre algunas curiosas normas de protocolo que te sorprenderán

Las buenas formas se han difundido desde siempre y han sido síntoma de clase y elegancia. Por suerte no tenemos que llegar a esos extremos habitualmente porque se puede ser muy correcto sin caer en lo ridículo. Así que sigue leyendo y descubre estas extravagantes formas de comportamiento exquisito que no se sabe si son síntomas de distinción o de mojigatería...
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1- Los brindis no son como pensabas

Seguramente toda tu vida has brindado chocando tu copa con la de la otra persona y pensabas que era lo correcto, ¿verdad? Pues estabas equivocado. En un brindis adecuado según el protocolo, las copas jamás deben llegar a tocarse y mucho menos chocarse, puesto que esto se considera estridente y chabacano.
En el correcto brindis las copas se elevan las copas y se hace el amago pero sin tocarse. ¿Te lo imaginabas?
2- Quedarse con hambre

¿Te quedaste con hambre? Pues debes saber que un protocolo cumplido correctamente dicta que el hambre no se puede mostrar. Es decir, que lo adecuado es dejar algo de comida en el plato siempre.
Así que si quieres quedar bien, deja unos pequeños restos en el plato aunque por dentro estés pensando en que antes de volver a casa después de la velada te irás directamente a por un menú extra grande de la hamburguesería 24 horas.
3- ¿Comer con las manos?
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Pues para sorpresa nuestra, hay una serie de alimentos que sí se deben comer con las manos en contra de lo que pueda parecer en principio un gesto de mala educación. El pan por ejemplo, es algo que jamás se debe cortar con el cuchillo sino ir tomando trocitos con los dedos. Las gambas, de igual forma, no se comen con cuchillo y tenedor.
Y el pollo es otro de esos alimentos que se toma con las manos. Pero si te ves en la situación y comes el pollo con los dedos, no te vengas arriba y te pongas a mojar pan en la salsa porque eso sí que sería bochornoso y de muy mal gusto.
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4- Pamela forever
El protocolo parece desfavorecer especialmente a las mujeres. Por una parte, las pamelas y elaborados tocados y sombreros parecen ir unidos siempre al postín y las buenas maneras, algo ya en sí complicado de llevar.
Pero, por si no fuera suficiente esta tortura, el protocolo dicta que en ningún caso se puede descubrir ya la cabeza. Es decir, que si empezaste el evento con la pamela puesta, así debes acabarlo, en ningún momento te lo puedes quitar. Así que piensatelo muy bien antes de decidir el atuendo porque una vez que te pongas el sombrero, ya no hay vuelta atrás...
5- Si quieres las comes y si no...también

Pues sí, el famoso dicho de las lentejas no le vale al protocolo, el cual dicta que es de muy mal gusto y falta de consideración hacia tu anfitrión rechazar un plato de comida. Así que en caso de que no te guste lo que te ponen no existe la negativa. No solo has de aceptarlo sino que además deber comer un poco al menos.
Eso sí, nada de jugar con la comida y darle vueltas en el plato, comes un poco, colocas el cubierto sobre el plato con el mango a la derecha, arrugas la servilleta ligeramente a la derecha del plato y nada más, a ver si el segundo está mejor.
6- El saludo

Siempre es prioritorio observar alrededor en este tipo de situaciones pero, en el caso de que los anfitriones e invitados se saluden, es indispensable que todos lo hagan. No te escondas o quieras pasar desapercibido por verguenza porque el no saludar va mucho más allá de lo que pueda parecer y es un síntoma de no estar agusto, de no sentir respeto por los anfitriones y una profunda falta de educación y empatía.
Se considerará que no has intentado ni tener una mínima relación con ellos así que saluda dando la mano, limpia y que no esté sudada jamás, tirando antes el cigarrillo si fumas y de una manera firme pero sin apretar, acompañalo con una sonrisa y una palabra amable y todo irá sobre ruedas.
Por nuestra parte, el mejor consejo que te podemos dar para cuando te veas en una de estas situaciones de etiqueta es, como se suele decir, "donde fueres haz lo que vieres", así nunca fallarás.




