La princesa Diana es uno de los miembros reales más queridos en la historia reciente de la Corona Británica, sino es que el más. Su bondad, alegría, autenticidad, preocupación por los demás son sólo un par de las cualidades que la convirtieron en la 'Princesa del Pueblo'.
Carlos no fue la única relación tóxica de Diana: su infancia esconde un secreto doloroso



Lo más admirable de Diana es que lograba ser esta persona con grandes virtudes sin importar todo el drama, dolor y violencia emocional que estaba viviendo tras bambalinas, principalmente en su matrimonio con el príncipe Carlos.
Sin embargo, Diana vivió en una dinámica familiar dolorosa desde antes. En su infancia estuvo inmersa en una situación donde el dolor, la falta de muestras verdaderas de amor, el constante desprecio por ser mujer y el divorcio de sus padres no sólo dejó marcas profundas en su ser, sino también la obligó a generar una fortaleza que no esperas que tenga una niña de cinco años.

La triste infancia de Diana
Diana nació el 1 de julio de 1961 en Park House, Sandringham en Norfolk. Fue la tercera y última niña que concibieron John Spencer y su primera esposa Frances Ruth. Tres años después, se convirtió en la hermana mayor de Charles.
Los primeros años de de vida de Diana aparentaban ser felices, en compañía de su hermano y hermanas Sarah y Jane, y con ciertos privilegios debido a que su padre tenía conexiones con la familia real. Incluso, el príncipe Andrew y el príncipe Edward solían pasar tiempo en su casa en Park House, donde disfrutaban de la alberca.
No obstante, estos momentos de alegría y juego eran sesgados por la violencia intrafamiliar que se vivía en su hogar. En una exclusiva entrevista que la princesa de Gales le ofreció al periodista Andrew Morton en 1991, Diana confiesa que los golpes eran una constante en su hogar.
quote: Recuerdo haber visto a mi padre abofetear a mi madre. Estaba escondida detrás de la puerta y mamá estaba llorando.
Esta violencia física de su padre contra su madre no eran actos aislados, sino una constante en la vida familiar de Diana, quien también confiesa que su madre continuamente lloraba, mientras que su padre ignoraba este hecho.
quote: Fue una infancia muy infeliz. Siempre viendo llorar a nuestra mamá. Papá nunca nos habló de eso, nunca pudimos hacer preguntas. Todo era muy inestable.
La violencia física contra Frances, por lo menos en el hogar de Diana, terminó cuando su madre decidió irse de la casa. Este hecho, dio inicio a otro inestable y muy triste momento en la vida de la princesa de Gales: el divorcio de sus papás y la lucha por la custodia de los hijos.
En general, el divorcio era poco común en Inglaterra, y fue aún más inusual que el padre de Diana obtuviera la custodia de sus cuatro hijos.
quote: Nos habíamos vuelto tremendamente diferentes en la escuela porque teníamos padres divorciados, y nadie más estaba en esa situación.
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Aunado a todo ello, Diana padeció durante largos años una terrible constante de las expectativas patriarcales, exacerbadas en la familia real, el desdén por ser mujer.
No es una sorpresa que el matrimonio de los padres de Lady Di buscarán tener un heredero. Después de tener dos hijas, Sarah y Janes, John y Frances le dieron la bienvenida a su tercer hijo: John Spencer. Lamentablemente, el pequeño tan sólo vivió un par de horas antes de abandonar este mundo.

Después de la muerte de su hermano mayor, sus padres continuaron en la búsqueda de un 'heredero'. Para su sorpresa, al año siguiente nació Diana.
«No podía entender por qué parecía que yo era una molestia. Siempre he pensado que fue por niño que murió antes de que yo naciera. Fue un niño, John, quien murió 10 murió diez horas después de nacer en 1960. Mis padres estaban locos por tener un hijo y heredero. "Qué aburrimiento, vamos a tener que intentarlo de nuevo". Y luego viene una tercera hija.»
A los tres años del nacimiento de Diana, llegó Charles, su hermano menor y el deseo de sus padres de tener alguien que continuara con su apellido se cumplió.
Al final de comentar esta situación, también explicó que ya no era algo que le afectara profundamente.

Como podemos ver, la infancia de Lady Di no fue sencilla. Ser testigo de violencia doméstica y padecer violencia psicológica es algo que ninguna niña o mujer debería sufrir. Lamentablemente, es una constante en muchos hogares alrededor del mundo, sin importar si se trata de una familia real o no.
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