Los baños públicos, de por sí, no son lugares muy agradables. Los visitamos cuando no queda otro remedio, pero allí ocurren cosas dignas de un estudio sociológico, o de un artículo como este.
6 cosas insólitas que solo se ven en el baño de hombres

Es como si el baño de los chicos fuera un planeta diferente al que habitamos, tiene sus códigos, su etiqueta y sus propias leyes físicas. Estoy seguro de que todo hombre sabe de que estoy hablando.
Estas son 6 cosas insólitas que solo ocurren en el baño de los hombres.
1. Todo está cubierto de líquido

No importa la ciudad o el país, lo más seguro es que el baño de los hombres luzca como si un tsunami acabara de pasar por ahí, o como si un perro peludo se hubiera sacudido después de un tomar un baño. Los lavamanos, el suelo… Todo está anegado de agua (probablemente mezclada con otros fluidos). ¿Por qué? Aún no he podido encontrar la razón a pesar de visitarlos durante años.
2. Lo obvio

Es el único lugar donde vas a ver a muchos individuos orinando de pie.
3. Se salpica la ropa

El hecho de que muchos disponen de orinales verticales sumado al factor mencionado en el ejemplo número 2, hacen del baño de hombres el lugar ideal para salpicarse (y no de agua precisamente) las perneras de los pantalones.
Ver también: 11 cosas que haces para hacerte el lindo
4. Shake it up!

El baño de hombres es el único lugar donde se puede sacudir el rifle repetidamente sin intenciones de ir a la guerra ( ¡lee entre líneas!).
5. Todos son escritores

Por alguna razón, el baño público despierta la vocación de escritor de muchos caballeros. Por eso es que vemos manuscritos de todo tipo en las paredes y puertas del recinto. Algunos incluyen vocabulario obsceno y otros tienen ilustraciones dignas de las tiras cómicas. Me pregunto si hacen lo mismo en el baño de su casa.
6. Todo el mundo es un extraño

Todo hombre sabe que en el mismísimo instante en que entra a un baño público inevitablemente le brotará el ermitaño que lleva dentro. Es una cuestión de códigos: los extraños son más extraños que en cualquier otra parte.
En ese lugar ni se habla con otros hombres (especialmente mientras se ejecuta), ni se mira de frente a la cara, ni se hacen bromas, ni se silva. El baño de hombres es un lugar donde pululan fantasmas.





