Under the Dome: a los golpes [Crítica 1x10]

En este último episodio de Under the Dome se nota claramente que el final de temporada está muy cerca, que los misterios en torno a la cúpula (o la mini cúpula, sobre todo) van ganando protagonismo y llegando a nuevos niveles. Al menos ya tuvimos la aparición de las anunciadas estrellas rosadas.

Además, todas las historias que hemos seguido desde el inicio de la temporada tuvieron importantes avances en este episodio llamado Let the Games Begin (“Que comiencen los juegos”), aunque quizás de la peor manera posible.

Las verdades salen a la luz

La aparición de Maxine ( Natalie Zea) en el episodio anterior resultó muy importante, en primer lugar para que Julia ( Rachelle Lefevre) supiera finalmente la historia de su esposo con Barbie ( Mike Vogel), pero no parece tener mucho sentido que, al mismo tiempo que Barbie fuera decidido a contarle la verdad a Julia para evitar la extorsión de Maxine, ella ya hubiera descubierto la verdad simplemente al encontrar un seguro de vida de su esposo.

Además, este descubrimiento de Julia es forzado y absurdo, y simplemente se introduce para llegar a la conclusión de que su esposo en realidad buscaba morir a manos de Barbie y por lo tanto ella pueda perdonarlo. 

El episodio tuvo una nota sentimental con la incursión en el banco de Linda ( Natalie Martinez) y el descubrimiento de la carta que había dejado Duke, su antiguo jefe y la figura paternal en su vida. Digamos que esto fue lo único más o menos interesante en un episodio en el que muchas cosas pasaron, apuntando hacia un cierre o un avance en las distintas subtramas, pero todo pareció fuera de lugar, apresurado o ridículo.

Hablando de hechos ridículos, tenemos el encuentro de Big Jim ( Dean Norris) con la madre de Maxine. Cuál es el punto de toda esta historia no queda claro. Big Jim va hacia esa casa alejada, se encuentra con una mujer que luego descubre es la madre de Maxine y posee los mismos malvados intereses que ella; luego van en un bote hacia algún lado, la mujer se cae, con las manos atadas, y Big Jim la deja allí.

Supongo que todo esto fue para dejar entrever que Big Jim es también capaz de mucha maldad, pero eso ya lo sabíamos.

El club de la pelea

Siguiendo con este tono ridículo, tenemos a Junior ( Alexander Koch), que se presenta con un pote de sal al lugar en el que Maxine ha puesto un club de pelea clandestino. Siendo un oficial de policía, ahora va de particular y se hace dar unos golpes en la entrada. Uno se preguntaría con qué propósito y cuál es el aporte de esto a la trama, si no fuera porque ya nos lo habíamos preguntado antes respecto a Big Jim.

Sobre el club de la pelea que ha montado Maxine, todo aquel que haya visto la gran película protagonizada por Brad Pitt y Edward Norton sabe que la primera regla del club de la pelea (y la segunda) es no hablar sobre éste, así que dejaremos ese aspecto de lado. 

Lo mismo hicieron los guionistas a la hora de explicar cómo es que esto brinda beneficios a Maxine (uno va con sal y si apuesta bien en la pelea se lleva algo mejor, pero ¿cuál es el papel o el beneficio del intermediario?) o cómo se las arregló en una semana para instalar ese club clandestino, pero no son más que detalles.

Sorpresivo fue el hecho de que la cuarta mano que necesitaban los jóvenes en la mini cúpula para provocar la lluvia de estrellas rosadas era la de Junior, algo ya previsto en el cuadro que pintó su madre proféticamente pero sin mucho talento para el dibujo. ¿Quién más iba a ser? Por un momento podríamos haber pensado que Dodee ( Jolene Purdy) pero después quedó claro que no.

Convenientemente, la descarga que recibió al posar la mano sobre la mini cúpula (no se sabe por qué razón; aún no siendo la cuarta mano, Julia había posado la mano antes y no sólo nada malo le sucedió sino que incluso tuvo visiones) le hizo olvidar todo el asunto.

Linda descubrió la verdad acerca de Big Jim y su relación con el negocio del propano, Julia sabe la verdad acerca de Barbie y su esposo; por lo tanto, Maxine ya no tiene ningún poder y probablemente no sobreviva esta primera temporada, ya que ahora su personaje es inútil.

Puntaje: 6. Creo que fue el episodio más ridículo y tonto de la temporada, aunque esto no quiere decir que no haya sido entretenido. Por las razones equivocadas, pero lo fue.