Un final agridulce en Criminal Minds [Crítica]

OMG!!! Me quede sin palabras, sin lágrimas, sin aliento sin nada en esta nueva entrega de Criminal Minds, lástima que era el final de temporada. En este especial de dos horas, lograron que terminara con el corazón en la boca y con muchas ganas de golpear a alguien si las cosas no salían bien.

En “ Hit & Run”, se desarrolla la historia de unos ladrones de bancos que quedan atrapados dentro del banco, un día sábado que justamente era el día de descanso de nuestro equipo. Esta vez, se centra en J.J. ( A.J. Cook) y su novio Will ( Josh Stewart), si bien Prentiss ( Paget Brewster) tiene su final, porque como ya sabrán, no volverá para la próxima temporada.

Ladrones de bancos nada ordinarios –SPOILERS-

Un sábado normal, entraron a robar a un banco los “cara de naipes” que al llegar la policía, ya que alguien los alertó antes de que entraran. Will y su compañera son atacados, mientras que uno de ellos mata a la compañera, Will hiere a uno. Toman de rehenes a todos los que se encontraban allí, y todo el FBI debe asistir porque como sucede en el capital…debe ser solucionado prontamente.

Los ladrones son tres: una mujer y dos hombres, aunque después serán solamente 2, ya que uno muere. García ( Kirsten Vangsness ) encuentra todo sobre los dos hombres, son hermanos y eran ladrones de poca monta, pero de ella no encuentra nada. La que sí parece encontrar algo es Prentiss, ya que su antiguo jefe de Interpol la llama y le comenta lo que sabe.

Si bien, parece que el hombre es el que está al mando, no lo es. Porque ella lo maneja como quiere y da la impresión de que hay alguien más. Además, siempre se está arreglando para las cámaras. Inclusive, uno de los rehenes quiere participar a toda costa y vive hablando y poniéndose en peligro, cosa que da para sospechar. Luego cuando entra Will y es disparado, todos creemos que esta muerto. Matthew Downs ( Josh Randall) se gana la confianza de Will, al “salvarle” la vida y le comenta sobre J.J.

Mientras tanto afuera, J.J. le exige a Hotch que entren con el equipo táctico. Así lo comienzan a hacer…hasta que explota todo. Morgan ( Shemar Moore) se desespera por qué no encuentra a Emily que había entrado antes y J.J. a Will. Sin embargo, todos están bien pero no logran entender que es lo que estos ladrones quieren.

Luego lo descubren, y ven que uno de los rehenes Matthew Downs era el cuarto socio y se llevan a Will, para seguir haciendo atentados. Dejando a Izzy ( Tricia Helfer) con el Henry, el hijo de J.J. Por suerte, la detienen y encuentran a Will con una bomba, que Prentiss logra desactivar.

Un casamiento con sabor a despedida

J.J. no había aceptado tiempo atrás la propuesta de Will para casarse, pero ahora le dijo que sí y deciden hacerlo el lunes en ayuntamiento. Lo que no sabían es que Rossi ( Joe Matenga) estaba escuchando y decide hacerles la fiesta. Así es que Will y J.J. se casan, con amigos y familiares. Todos bailan, todos ríen…

Mientras sucedía lo del banco, su exjefe tienta a Emily con dirigir una parte de la Interpol en Londres. Ella no consigue casa y al final decide irse, pero el único que se da cuenta de todo es Derek, quién le dice que la va a extrañar. Sin embargo, no decide decir nada esa noche y disfruta de todos.

A modo de final, me encantó. No tanto el tener que sufrir en el medio, realmente lo odio. No obstante, un gran final para una temporada bastante complicada y oscura. Un gran final para Emily Prentiss, y espero que la que viene este mucho mejor y que no sea una estúpida la que ocupe su lugar. Chau Emily, y gracias por todo.