La saga de Star Wars ha tenido muchos androides que amamos. Todo comenzó con C3PO y R2D2 en las películas originales. Después vinieron otros, desde BB8 hasta K-2SO. Cada uno tiene su personalidad y los queremos por eso, a pesar de estar obviamente programados para comportarse así. Pero recientemente los androides comenzaron a ser cada vez más humanos en su personalidad. Es el caso del siempre sincero K-2SO. Solo: A Star Wars Story también tiene un androide, pero revolucionario en varios sentidos.
Un androide revolucionario en varios sentidos es de lo mejor en Solo: A Star Wars Story


Primero que nada, es necesario saber que Lando es su dueño. Aunque admite que tendría que reiniciar su sistema, dice que no lo hace porque contiene mapas muy importantes de la galaxia. L3 es un androide femenino, pero también notamos que es una chica bastante rebelde.
¡Derechos para los androides!

Cuando la vemos por primera vez está intentando liberar a otros androides prisioneros y armando algo de revuelo en el proceso. Vemos que no es capaz de callar sus opiniones. Cuando Lando le pregunta qué precisa, ella responde «igualdad de derechos».

Por su conversación con Qi’ra sabemos que cree que Lando está enamorada de ella. Quizás no es una idea tan loca, si tenemos en cuenta la supuesta pansexualidad de Lando y su reacción al perderla en la batalla. Finalmente, Lando accede a colocar su memoria en el Halcón Milenario para poder encontrar el camino, lo que significa que gran parte de la nave que conocemos es este androide, por lo que lleva la rebelión dentro suyo. Esto explica también mucho sobre los hechos que se avecinan y da algo más de sentimentalismo al Halcón Milenario.

Es genial ver a L3 salvando robots y generando revuelo. En poco tiempo podemos sentirnos identificados con ella y apreciar su humor ácido. Además no todos los días tenemos un androide femenino, porque no ha sido lo más común en la saga.
¿Ya viste Solo: A Star Wars Story?





