Un interesante episodio, con un tema que hacía bastante no tocaban y que me no me permitió despegarme de la silla y mucho menos, especular sobre cómo será el final de la historia, como suelo hacer. Sin embargo, fue una gran historia, que dejó a más de uno boquiabierto.
Todo lo que queda en Criminal Minds [Critica 8x14]

En All that remains nos encontramos con la desesperación de un padre, Bruce Morrison ( Ken Olin), que en el día del aniversario de la desaparición de su esposa, desaparecen también sus dos hijas. Además todas las pistas llevan a verlo como el único culpable.
Dos desapariciones, un solo sospechoso
El capítulo comienza, primero con una instantánea de la familia y después aparece la llamada al 911, que alerta a las autoridades sobre la desaparición de las hijas, mostrando al padre, evidentemente perdido con las fechas, dándonos claras señales de que algo más estaba pasando.
Luego de ese terrorífico comienzo conocemos la historia detrás de todo, que en realidad era la segunda llamada, la segunda desaparición. Obviamente, todas las evidencias nos llevan a que el padre ha hecho algo, pero no se acuerda, tiene ausencias. Hasta que salta, Bruce Morrison tenía personalidad múltiple y nunca lo supo.

A partir de ahí, pensé cuánto hacía que no nos mostraban a un asesino con estas características. La última vez, creo, fue cuando apareció la maravillosa Amanda interpretada por Jackson Rathbone y que Reid ( Matthew Gray Gubler) decide visitar, por su anterior encuentro con un personaje con estas particularidades. El problema era que el malo, esta vez, no era él, o su otra personalidad, sino que era una de sus hijas.
Entonces, me quede helada. Está bien que no siempre el que tiene personalidad múltiple sea el asesino, pero tampoco da para que la compliquen así. O sea, me pase casi 30 minutos pensando que era el malo, que dentro de todo iba a tener una buenas defensa, etc., etc. Pero resultó ser que la psicópata era la hija más grande que tenía celos de su hermana más chica. Es más, menos mal que J.J. ( A.J. Cook) se da cuenta de que algo no estaba bien, porque ahí si que me iba a enojar muchísimo.
Un director diferente
Fue un gran placer descubrir, hace tiempo atrás, que Thomas Gibson dirigiría un episodio de esta temporada. Y yo que pensaba que Matthew era el único. Sin embargo dejó ver su propia estética y su propia visión de la historia de la semana.
Me encantó la forma en que me llevó siempre a desconfiar del padre, no poder prever, sino hasta el final, que el malo en realidad era otra persona. Sin embargo, Thomas ha hecho un gran trabajo y espero poder ver más.

Me gustó el cambio, que ellos mismos también quieran dirigir lo cual hace un poco más novedosa la idea de sentarse a ver un capitulo y esperar que te sorprendan. Aunque algo tenga que ver en cómo está contada la historia. Además, no mencionaron nada sobre el acosador que los sigue, espero que en la próxima nos den alguna que otra pista.







