The Walking Dead: la línea entre el bien y el mal se desdibuja por completo en la temporada 8B

«La guerra ha tenido un impacto devastador en toda persona involucrada. Las comunidades se fracturan por sí solas. Alexandria ha sido destruída, la Colonia Hilltop se encuentra bloqueada y el Reino está arruinado- una mitad muerta, la otra mitad controlada por los Supervivientes. En pleno foco- Rick, habiendo estado distraído por el conflicto, ha llegado a casa justo para saber que Carl, quien heroicamente puso a salvo a los Alexandrinos durante el ataque de Negan, fue mordido por un caminante. En su momento fue su única motivación en esta violenta existencia, pero Rick se ve obligado a lidiar con la realidad. Carl siempre ha sido un rayo de esperanza, un símbolo que recuerda el hilo de la humanidad- Lecciones que los supervivientes que le rodean deberían llevar consigo a medida que la guerra avanza. Pero Rick no es la única persona que vive en peligro. Aaron y Enid están en una situación crítica en Oceanside- no está claro si ellos están en un territorio amigable, o si solo han hecho nuevos enemigos. El Padre Gabriel hará su parte en un intento de colar al Dr. Carson de nuevo en la segura Hilltop y la embarazada Maggie está luchando con muchas de sus sombras morales que vienen desde su liderazgo durante la guerra. En un conflicto con los Supervivientes, debe decidir como proceder con las decenas de vidas de prisioneros de guerra de las ella tiene control actualmente, así como de las nuevas complicaciones que vienen con ser líder. Además de la guerra, Negan continúa lidiando con dificultades con sus trabajadores, los traidores y la sed de venganza de otros tras el conflicto en el Santuario. Habiendo regalado a los Supervivientes una victoria enorme, la lealtad de Eugene es continuamente probada en nuevos obstáculos que se les presentan. Mientras la guerra nos consume, la línea entre el bien y el mal comienza a desdibujarse. La gente lucha por lo que cree. Todos trabajan juntos por un bien mayor- para sentirse seguros y tener un mundo en el que vivir».