Cuando una serie de televisión, en sus 20 minutos, no te da absolutamente nada... quizá es hora de pensar: ¿Por qué sigo viéndola? Vamos a intentar buscar una respuesta a eso.
The Crazy Ones: ¿Por qué sigo viéndola? [Crítica 1x08]

Por el momento, y ya lo he comentado, creo que mi respuesta se concentra en los últimos 2 o 3 minutos de cada episodio, donde vemos los bloopers de la filmación y verlos moviéndose como los hombres inflables que se utilizan en las estaciones de servicio o ventas de auto fue realmente divertido.
Una historia que no dice nada
Nuestro grupo de creativos va a revivir un viejo clásico que fue muy exitoso en el inicio de la carrera de Simon ( Robin Williams). Se trata de un comercial para un producto de limpieza que tiene como protagonista a un mayordomo de guante blanco, es decir, que con su guante blanco es capaz de indentificar si alguna superficie está limpia o no por, obviamente, no haber utilizado el producto de primera calidad.
El protagonista, ya un actor de unos 80 años, utiliza su pequeña fama y su edad para aprovecharse y coquetear con mujeres más jóvenes. Y en esto cae Sydney ( Sarah Michelle Gellar) quien al parecer es el puchingball amoroso de la serie: un fracaso amoroso tras otro.
Si bien la búsqueda del príncipe azul puede ser graciosa, creo que tiene un límite de edad y fracaso. Ya vimos en Ally McBeal a nuestra protagonista enamorándose de alguien mucho más grande que ella, pero ¿otra vez el tema de "Hubo un malentendido y no quiero nada con vos"?

El gordo y el flaco. El alto y el bajito
Quizá lo mejor de todo el episodio es ver a Gordon Lewis ( Brad Garrett) mirando desde el cielo a Simon, y la dinámica que esa enorme diferencia de altura generaba.
Más allá del conflicto centrado en tener dos clientes del mismo rubro; la verdad que el personaje de Gordon, encargado de los números en la empresa y con un marido al que parece amar-odiar a cada instante, que lo limita con las cosas que puede comer y lo llena de objetos de sus nuevos y variados hobbies, me resultó simpático y bastante divertido
Quizá la buena noticia es que Brad Garrett parece que vino para quedarse, porque en los adelantos de la semana que viene vuelve a aparecer.

Puntaje: 4/10. Pensé que esta serie, si bien no iba a mejorar, al menos no iba a empeorar. Este episodio me demostró que sí podía hacerlo. Sin historia, con conflictos muy livianos y gags muy pobres, realmente fueron 20 minutos de mi día que, definitivamente, podría haber utilizado en algo más entretenido.







