Comencemos por decir que CBS ordenó temporada completa para The Crazy Ones, por lo que las aventuras de los publicitarios de Roberts+Roberts seguirán entre nosotros varios episodios más Lo que no quita que la calidad de los mismos sea ¡wow!. Pero para llegar a esa conclusión, mejor le cuento qué me pareció este Breakfast Burrito Club.
The Crazy Ones: ¿Celosa, yo? [Crítica 1x04]

Sydney ( Sarah Michelle Gellar) va a tomarse unas vacaciones en Hawaii, algo que no ha hecho en años, y su papá la obliga la obliga a irse. Se va con un grupo de mujeres profesionales, a lo que Simon ( Robin Williams) llama “ aventura lesbiana”.
He notado una cosa: me parece que Robin Williams improvisa mucho. Cuando Simon parlotea rápido y casi de manera incomprensible, suena a impro. Incluso la referencia a Patch Adams parece improvisada. A veces el recurso funciona y otras no.
Trabajólica y celosa
Sydney al final no se va a de vacaciones. Prefiere trabajar y criticar a la novia “cardigan” de Andrew ( Hamlish Linklater). ¿Está celosa?

Todos la emprenden contra la chica de Andrew, ya que al hacerlo vestir ropa que no quiere, según Simon, está bloqueando la creatividad de todos. En lo que resulta la mejor escena del episodio, prenden fuego el cardigan como ofrenda al dios de la creatividad adentro de un tacho de basura. Se encienden los aspersores, todos gritan y...¡Funciona, hay risas!.
Entre Sydne y Andrew hay confianza, amistad. Ella habla de una fantasía mientras él está ahí en cueros. Ella se quita la blusa delante de él. La situación podria ser otra cosa, ya que Sydney dice que él es inteligente y divertido, y que debería seguir a su corazón. Y Andrew acciona. Y ella es una histérica y quiero pegarle. No se le hace eso al hermano de Christine.
¿Dónde está Simon?
Simon desaparece y todos van en su búsqueda. Fue a su antiguo trabajo de vendedor de burritos (ja!) pero nada de ideas. Lo bueno es que papi ya se dio cuenta que la nena no tiene vida y que le gusta Andrew. Y de ahí sale una idea. Fin.

Puntaje: 5/10. Los recursos empiezan a repetirse: la idea que a último momento lo salva todo. Llevar la relación laboral a lo romántico no suele ayudar a nivel narrativo. Sobró lo de los granos de café de caca de gato, totalmente innecesario. Y no saber si se trata o no de improvisaciones es confuso.







