Star Trek: La serie animada, un viaje de nostalgia warp

4 de junio de 1973. Han pasado cuatro años desde la cancelación de Star Trek: The Original Series, pero William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, Nichelle Nichols y George Takej, y el resto de los actores de la serie se vuelven a reunir, esta vez frente a los micrófonos, en los estudios Reseda, California.

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Tras unas cuantas horas de grabación, es oficial: las aventuras de la USS Enterprise regresaron, pero esta vez en formato animado.

Conocida como Star Trek: The Animated Series, el animado sirvió para cerrar la misión (aunque no completamente) de la tripulación que ese día grabó Beyond the Farthest Star, Yesteryear y More Tribbles, More Troubles, los tres primeros capítulos del show que se ganó un Daytime Emmy a la Mejor Serie Para Niños, el primero de la franquicia.

¿Recuerdas esta producción o no tenías ni idea de su existencia? De cualquier manera, acompáñanos en este viaje.

Enmendando el error

Cuando Star Trek: The Original Series fue cancelada, los ejecutivos del canal recibieron una reprimenda por parte del equipo de publicidad. Si bien la serie no tenía el mejor rating, era la más diversa étnicamente hablando y por tanto, resultaba más sencillo mercadearla.

Los ejecutivos también notaron el error cometido cuando la serie adquirió el estatus “de culto” y recibieron un aluvión de cartas de odio por parte de los fanáticos. ¿Cómo enmendar el error?

En Paramount se barajó la idea de hacer una película para el cine que serviría de piloto para una nueva serie de Star Trek. NBC también estaba interesada en revivir la serie y juntos hicieron unas cuantas encuestas sobre cuál sería la mejor opción.

De nuevo la USS Enterprise

A la par, la productora Filmation tuvo la idea de crear una serie animada de Star Trek inmediatamente después de la cancelación de la serie original, aunque su visión era completamente diferente: Los de la Enterprise debían entrenar a la tripulación de una nueva nave llamada Excalibur, integrada por adolescentes. Cada uno de los personajes de la serie original tendría un protegido, quienes fueron nombrados como Steve, Bob, Stick, Chris, Tun-Tun, Stormy y Ploof.

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Otra idea de Filmation fue que la serie estuviera integrada por niños cadetes y se incluyera a un joven Spock.

Ambas idas fueron desechadas por Gene Roddenberry, creador de la serie, a quien Filmation intentó llenarle los bolsillos de dinero para que dejara el control creativo de la serie en ellos. Roddenberry se negó. Si la serie se haría, sería bajo sus parámetros.

Y bajo sus parámetros se concibió que la USS Enterprise culminara su misión de cinco años, por lo que la serie animada sería una continuación de lo ya visto en formato live action.

Imagen CBS Television Distribution

Filmation aceptó, pero solo estaba dispuesto a contratar a  William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, James Doohan y Majel Barret. Los dos últimos también pondrían voz a Uhura y Sulu, pues el contrato de estos actores elevaba demasiado el presupuesto.

Esta vez fue Nimoy quien se negó. Spock solo regresaría si se reintegraba el puesto a Nichelle Nichols y George Takej, ya que sus personajes eran una muestra de diversidad étnica. Siendo Spock el personaje más popular de la serie, la exigencia de Nimoy tuvo que ser cumplida. De esta forma, Star Trek: The Animated Series, se convirtió en el show animado más costoso de producir en ese momento.

Walter Koening (Pavel Chekov) fue el único que no regresó a la serie, también por presupuesto, aunque fue invitado a escribir un episodio de la serie. Así se convirtió en el primer actor de Star Trek en hacerlo con The Infinite Vulcan. Su personaje fue reemplazado por el teniente Arez y la teniente M’Ress.

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Reciclaje y amplitud

Al ser una continuación, Star Trek: The Animated Series fue producto de reciclaje. Algunos capítulos fueron basados en guiones rechazados para el show original y otros que fueron puestos en “espera” para próximas temporadas que nunca ocurrieron.

Igualmente, algunas historias fueron secuelas de los episodios originales de Star Trek. Tal es el caso de “More Tribbles, More Troubles” (continuación de “The Trouble with Tribbles”), “Once Upon a Planet” (“Shore Leave”) y “Mudd’s Passion” (“Mudd’s Women” y “I, Mudd”).

Que la serie se lanzara en formato animado supuso una ventaja creativamente, considerando que había libertad para dibujar paisajes alienígenas y criaturas humanoides de otras galaxias que hubieran sido muy costos de producir con actores de carne y hueso.

Imagen CBS Television Distribution

Sin embargo, también hubo dificultades. La serie estaba dirigida a los niños, así que los guiones debieron dejar de lado elementos oscuros, para molestia de Roddenberry, los escritores y los propios fans.

Hubo algunos cambios, como que se eliminaran los cinturones de seguridad en los trajes, pues era muy complicado dibujarlos. La Enterprise también sufrió variaciones respecto a la nave original, respondiendo a los intereses y deseos del televidente.

Una diferencia evidente fue la discrepancia de color en algunas figuras. Los tribbles, uniformes Klingon y Kzinti y la garra del traidor, por ejemplo, ahora mostraron un color rosa debido a que el director de animación era daltónico y consideraba que el rosa era gris claro.

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El escaso presupuesto también ocasionó una calidad de animación justa y errores de continuidad, aunque se trató de casos aislados.

¿Canon?

La serie duró 22 episodios distribuidos en dos temporadas, hasta que fue cancelada. De continuar, el capítulo final hubiera mostrados a la tripulación regresando a la Tierra.

Pero hay un problema. Para molestia de los seguidores, Roddenberry aseguró que la serie no era parte del canon de Star Trek, pues sola la hizo por dinero y no hubiera permitido que algunas situaciones ocurrieran, de haberse tratado de un show live action.

Escritores de Star Trek: Enterprise (2001) difieren de esto y aseguran que la serie animada es una continuación legítima y, de hecho, incorporaron algunos elementos en la precuela de la historia.

Otro punto en contra de la visión del creador es que el estudio publicó la serie en DVD y que los episodios se lanzaron en formato cuentos por el escritor Alan Dean Foster. Se llamaron Star Trek Logs