Salem's Lot: la mejor película de vampiros de la historia. ¡Es mejor que Drácula!

Las películas de vampiros son uno de los subgéneros más populares del cine de terror. Si bien no existe una explicación demasiado lógica, todos amamos el cine de vampiros y eso ha provocado que existan una infinidad de películas —con enfoques muy diversos— acerca de esta temática.

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Este factor también hace que sea muy difícil decidir cuál es la mejor película de vampiros de la historia, sobre todo cuando existen obras maestras como Drácula de Francis Ford Coppola o Nosferatu de Friedrich Wilhelm Murnau.

Sin embargo, si buscamos en lo que construye la esencia de una película de terror, sobre todo desde una perspectiva pop, podemos encontrar que Salem’s Lot (1979), el film —o miniserie, dependiendo del país— basado en la novela homónima de Stephen King, podría ser la mejor producción de vampiros de la historia.

Analicemos a continuación algunas de las razones que la hacen tan especial:

Un pueblo pequeño y apartado…

La historia se sitúa en Salem’s Lot, un pequeño pueblo de Maine, donde la comunidad de ciudadanos aparenta tener una vida feliz y tranquila. Esta supuesta tranquilidad cotidiana coexiste con la suspicacia y el misterio alrededor de un viejo asesinato cometido en la casa Marsten, hogar del empresario más rico del pueblo, de quien se sospechaban vínculos con el satanismo, y que se suicidó luego de asesinar a su propia esposa.

Un plot realmente perfecto para una historia de terror, cortesía de Stephen King...

El outsider incomprendido

Ben Mears es un escritor famoso que regresa al pueblo para buscar inspiración luego de muchos años llevando una vida exitosa en la ciudad. De niño, y a causa de una apuesta con sus amigos, fue el único testigo del asesinato de la casa Marsten, un hecho que lo dejó completamente perturbado de por vida.

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Al regresar al pueblo, se encuentra con que toda la comunidad lo repudia y envidia debido a su éxito como escritor, y le hacen volver a sentir la segregación que sufría de niño.

De esta manera, se convierte en el protagonista perfecto para una historia de terror. Su conexión con el misterio es única, ya que su mente está entrenada para detectarlos, pero la comunidad está lejos de verlo como un héroe; su currículum lo convierte en un outsider.

La casa embrujada

Las casas embrujadas son todo un cliché de las historias de terror, pero en este caso la casa Marsten es casi que un personaje más en la historia y eso es magnífico. Una vieja mansión que se erige sobre la colina más alta del pueblo, que controla todo lo que pasa con una visión siniestra, sede de ritos, asesinatos y, finalmente, hogar de un vampiro.

Arte inolvidable

Si hay algo que marca a fuego a las películas son las escenas inolvidables. Justamente, Salem’s Lot tiene una de los momentos más icónicos del cine de terror; ese instante en que el pequeño Danny Glick convertido en vampiro flota a la altura de la ventana de su amigo Mark Petrie no tiene precio.

Un vampiro realmente digno de ver

Kurt Barlow es el vampiro de Salem’s Lot, una vieja y poderosa entidad que es traída a la ciudad por el misterioso anticuario Richard Straker. Con una clara referencia a Nosferatu, la caracterización del personaje es realmente épica, sin dudas es uno de los mejores vampiros de la historia del cine.

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