Ni IT ni The Shining: 1408, la película olvidada de Stephen King que todos deberíamos ver

Los cuentos y novelas de Stephen King han sido uno de los principales materiales para la creación de películas de terror durante las últimas cuatro décadas, y teniendo en cuenta el flujo de producción del escritor norteamericano, junto a la calidad de sus historias, no es para menos.

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Algunas de las películas de terror más icónicas de la historia han estado basadas en novelas de Stephen King, tal como es el caso de The Shining —que además cuenta con la dirección del brillante Stanley Kubrick— o las dos versiones de IT, tanto la miniserie de los años 90, como el reciente remake.

Imagen Warner Bros. Pictures

Tampoco debemos olvidar que la contribución de King al cine no solo se limita a las películas de horror, muchas de sus historias dramáticas también se han convertido en éxitos cinematográficos, como Stand by Me o The Shawshank Redemption. Por otro lado, algunas de las adaptaciones de su obra han sido bastante malas, como The Dark Tower, por ejemplo.

Sin embargo, y volviendo al género horror, existe una película maravillosa que no es tan recordada y alabada como debería ser. El film 1408, de 2007, protagonizada por John Cusack junto a Samuel L. Jackson y dirigida por Mikael Håfström, está basada en una historia corta de Stephen King incluida en un audiolibro de 1999. Si miramos en retrospectiva, es una excelente película de terror y suspenso.

¿Por qué 1408 es una obra maestra?

Es extraño porque no es una película con gran producción y ni siquiera es muy reconocida por la crítica, pero 1408 se las ingenia para sumergirnos en un mar de confusión psicológica donde como espectadores podemos vivenciar los mismos sentimientos de desesperación del protagonista. Eso es sencillamente genial.

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Haciendo un poco de memoria, el argumento de la película gira entorno a la vida de Mike Enslin, un escéptico escritor que luego de la muerte de su hija pequeña viaja a supuestas «habitaciones embrujadas» en hoteles, para demostrar que las atribuciones paranormales a estos espacios son simples patrañas.

No obstante, el mismo personaje admite que ya de por sí todos los hoteles son macabros a través de una frase muy acertada:

«¿Las habitaciones de hotel son lugares aterradores por naturaleza, no crees? Digo, ¿cuántas personas durmieron en esa cama antes que tú? ¿cuántas estaban enfermas? ¿cuántas se volvieron locas?».

Sin embargo el escepticismo de Mike es puesto a prueba cuando decide quedarse en la habitación 1408 del hotel Dolphin, una habitación con la reputación de haber llevado a la locura a varios de sus residentes durante años.

En la habitación, Mike comienza a ser protagonista de una verdadera tortura psicológica que lo lleva no solo a experiencias paranormales, sino también a enfrentarse con los peores momentos de su vida, como la muerte de su hija.

Contándolo así no parece una historia trascendental, sino más bien un plot más de una película de terror estándar.

Sin embargo, la historia logra mantenernos tensos durante toda la película, mientras la misma va jugando con nuestra psicología, de alguna manera logra que nos fusionemos con el personaje y seamos testigos de ese mar de irrealidad casi onírica, que nos genera una sensación tan incómoda. Todo esto nos demuestra que, a fin de cuentas, la película cumple con creces su cometido…

Si aún no la has visto te recomiendo que lo hagas en breve, y si ya lo hiciste, este puede ser un buen momento para hacerlo nuevamente.

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