Nebraska, lo último de Alexander Payne

Durante el pasado Festival de Cannes, Nebraska fue una de las más esperadas y una de las favoritas del público y de la crítica. Participó de la competencia y estuvo nominada al premio más importante del festival, la Palma de Oro, y aunque no ganó, su protagonista, el veterano actor Bruce Dern ( Monster, Django Unchained), se llevó el premio por su trabajo en esta película.

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Gran parte del atractivo de Nebraska es que llega de la mano del director Alexander Payne, en su siguiente trabajo después de la aclamada The Descendants (Los Decendientes, 2011). Nebraska es una road movie y sin dudas es un subgénero que el director domina, ya que en su breve filmografía cuenta con About Schmidt (2002, protagonizada por Jack Nicholson) y Sideways (2004, con Paul Giamatti), dos de las más interesantes comedias dramáticas de la pasada década.

El guión, escrito por Bob Nelson, le llegó al director durante la producción de About Schmidt, pero no quiso sumar otra road movie después de las dos que ya tenía planeadas, de modo que la pospuso hasta haber concluido The Descendants

La historia de Nebraska es la de un padre ( Bruce Dern) y un hijo ( Will Forte), que realizan un largo viaje para reclamar el dinero de cierto premio que ha ganado el padre. Durante el camino, los dos se irán encontrando con amigos, parientes y conocidos a los que el padre les debe dinero.

La película fue rodada en blanco y negro para privilegiar una visión algo arquetípica e icónica de los paisajes del lugar y el viaje a través de ellos, a pesar de que Paramount Pictures no estaba de acuerdo con la decisión.

Nebraska se estrena el próximo 22 de noviembre en los Estados Unidos.