Los Simuladores: recordamos el hito de la televisión argentina

Hablar de ficciones televisivas de Argentina invariablemente lleva a mencionar  Los Simuladores. Esta serie, estrenada en el 2002, es obra del por aquel entonces ignoto guionista y director Damian Szifron, hoy reconocido por películas como Tiempo de Valientes (2005) o Relatos Salvajes (2014). Esta última fue nominada a un premio de la Academia como mejor película extranjera.

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La serie giraba en torno a un equipo de cuatro integrantes que se dedica a realizar simulacros y escenificaciones —los llamados «operativos»— a fin de ayudar a alguna persona común a solucionar algún tipo de problema.

Con cada operativo exitoso, los Simuladores no solo consiguen una clientela fiel dispuesta a colaborar en próximas simulaciones, sino que, además, expanden su abanico de contactos, con los cuales nuevos «clientes» llegan a través de recomendaciones basadas en satisfacción y confianza.

El equipo

Mario Santos (Federico D'Elía) – Logística y Planificación

Es el líder, estratega y principal responsable de la creación del equipo. Se trata de una persona con una mente superior (un superdotado), cuyo verdadero nombre es Francisco de Aguirre, el hijo de un escritor que se suicidó aquejado por las deudas. Siendo todavía muy joven, el niño Aguirre adopta el nombre de Santos (un personaje creado por su padre) y embauca a los acreedores para recuperar la fortuna de su familia.

Es un aristócrata de gustos refinados y comportamiento austero, incluso frío, lo que hace que sus bromas sean generalmente malinterpretadas por los demás. Se sabe que es viudo —Lamponne es el único que llegó a conocer a su esposa—, además de una persona sumamente educada, respetuosa de la historia de su país y que siente un profundo desprecio por la corrupción, el crimen y las megacorporaciones que mercantilizan el trabajo de los artistas y pisotean a los pequeños comerciantes. Queda más que claro que la creación del equipo, su comportamiento e incluso su manera de vestir son un acto de rebeldía en contra de la sociedad.

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Emilio Ravenna (Diego Peretti) – Caracterización

Es el encargado de las personificaciones. La mayoría de las veces es el protagonista principal o el foco puntual en torno a un simulacro, a fin de guiar a la persona engañada por el camino planeado. Es presentado como un hombre sumamente seguro de sí mismo (casi al grado de la vanidad, al mentir respecto a su edad), muy carismático (aunque un tanto cínico y sarcástico), habilidoso para leer el comportamiento de las personas y muy elocuente con las palabras, lo cual lo hace sumamente exitoso con las damas (se muestra en varios episodios que convive con varias mujeres a la vez, a quienes Santos llama «el harem»). 

Mantiene una buena relación con su madre y ha llegado incluso a incluirla como actriz en algunos operativos. A pesar de ser el integrante más abierto y social del equipo, nunca se describe en detalle su pasado pero, dado a su interés en los idiomas extranjeros, las actividades recreativas y las artes (principalmente las escénicas), se insinúa que podría tratarse de un actor frustrado, al no tener el aspecto que se suele buscar para roles protagónicos.

Pablo Lamponne (Alejandro Fiore) – Técnica y Movilidad

Es el encargado de conseguir todos los elementos, vehículos, locaciones e incluso actores que hagan falta para un operativo.

Aunque no habla mucho sobre su pasado, se sabe que fue un niño sumiso que sufrió  bullying, es un veterano de la Guerra de las Malvinas (conflicto bélico acontecido en 1982) y, a pesar de exponer una personalidad dura y frontal ante los demás, sufre de ciertos problemas de inseguridad, por lo que asiste a una terapeuta. Es un tanto hosco y de pocas palabras. Se trata del miembro del equipo menos interesado en inclinaciones artísticas; prefiere los placeres mundanos, las cosas prácticas y los deportes al aire libre (alpinismo, pesca, arquería, etc.). Es solitario, pero decididamente leal a sus amigos y familia, y tiene un gran vínculo con Betún, su perro amaestrado. Mantiene una relación un tanto tensa con Medina, dado lo diametralmente diferente de sus personalidades, y se ha dado a entender que Ravenna percibe que su comportamiento es fingido, sospechando que Lamponne es un homosexual reprimido.

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Gabriel Medina (Martín Seefeld) – Investigación

Es el encargado de buscar toda la información posible sobre los clientes y demás personas envueltas en un operativo. Con esta información, se encarga de formar perfiles psicológicos que le permiten a Santos estructurar la estrategia y el enfoque adecuados para el simulacro. Se sabe que es un antiguo periodista investigativo, trabajo que le demandaba mucho tiempo y que terminó por costarle su matrimonio. Este suceso pasó a ser determinante para su persona. Ahora se muestra sumamente sensible, romántico y respetuoso de las relaciones (lo que lo hace chocar con su socio Lamponne, quien lo considera «empalagoso»).

También es un amante de la música (su hobby es escribir canciones) y de películas y animaciones clásicas (principalmente de Disney). Debido a su comportamiento y atención a su propia apariencia (suele asistir a salones de belleza y fraternizar con mujeres sin esperar relación física alguna), rasgos de un estereotipo homosexual, sus compañeros a veces se muestran un tanto perplejos cuando están con él.

La estructura del programa

El formato básico para cada capítulo era esencialmente el mismo (salvo contadas excepciones): 

  1. Una o más personas tienen un problema que no pueden solucionar ellos mismos, de ninguna manera legal. Se cruzan con un extraño que (casualmente) ha sido previamente ayudado por los Simuladores, así que sirven de contacto y recomendación para con el equipo.
  2. Santos investiga a la persona interesada (tanto económica como socialmente) y determina si aceptará o no su caso, dado que se observan los posibles costos del operativo, la «necesidad moral» de solucionar el problema (que puede afectar a muchas personas indirectamente) o si la persona con el problema «merece» ser ayudada (dado que Santos se rehúsa a socorrer a individuos corruptos o de dudosa entereza moral). 
  3. Se realiza una reunión de planeamiento en la que Medina describe los resultados de su investigación (más exhaustiva) sobre el cliente, el problema y la causa de dicho problema (que suele ser otra persona). Casi inmediatamente después, Santos enumera los materiales que harán falta, haciendo que Lampone se movilice, dando inicio al operativo.
  4. El operativo se lleva a cabo, utilizando el engaño, la manipulación de la información y diversas sugestiones basadas tanto en eventos planificados, como en la aparición de Ravenna. Este, que casi siempre lleva el seudónimo de Máximo Cozzetti, apalanca el simulacro, haciéndolo creíble, lo que lleva a la resolución del problema
  5. En el último encuentro entre el cliente y Santos, este último le da las recomendaciones finales referentes a su caso en particular y le pide que se preste a cooperar en futuros operativos en caso de ser necesario.
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Cada capítulo también aprovecha para explorar la relación entre los cuatro socios, o bien la personalidad de sus integrantes, demostrando el lado humano de cada uno de ellos y determinando que, más allá de que trabajen juntos y sean socios, también son amigos.

Los antagonistas

Si bien la serie funcionaba enfocada en un problema diferente por episodio y no habia antagonistas per se, los Simuladores se vieron en la obligación de defenderse en dos oportunidades de ataques directos hacia ellos:

La primera vez fue contra Lembergier ( Rolo Puente), quien aparece en la primera temporada, en el episodio «Un trabajo involuntario». Se trata de un empresario corrupto que utilizó una de sus empresas para lavar el dinero de una compra de alimentos en mal estado, lo que terminó causando la muerte de varios niños de un comedor escolar. En un inicio, Lembergier trata de contratar a los Simuladores para que saquen de la cárcel a su socio y los ayuden a ambos a salir del país. Cuando Santos se rehúsa a tomar el caso, es secuestrado y puesto como rehén por Lembergier para obligar al equipo a realizar el operativo. Aunque Lembergier y su socio logran salir del país, al llegar a Estados Unidos son detenidos en la aduana, ya que sus documentos habían sido manipulados para darles perfiles de terroristas.

El segundo antagonista (considerado el principal de la serie) fue Milazzo ( César Vianco), que aparece en la primera temporada en el episodio «El último héroe». Se trataba de un estafador que fingía ser agente publicitario y representante para sacarle dinero a las personas, bajo la promesa de introducirlas en el mundo del modelaje o la actuación. Después de un operativo en su contra, lo enviaron por un año al medio del Impenetrable, un bosque nativo del Chaco, para que sobreviviera por sus propios medios como temática de un supuesto reality show.

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Al regresar, en la segunda temporada, Milazzo descubre que el reality nunca existió y que ahora está sin hogar, ya que su departamento había sido rematado, por lo que inicia la búsqueda de los Simuladores para vengarse. Sin embargo, sería engañado nuevamente, cuando lo convencen de que el tiempo en el bosque, la búsqueda y rastreo del equipo y el intento de asesinato fueron una prueba, un método elaborado de selección para una agencia de seguridad internacional. Esta presunta organización termina enviando a Milazzo al Medio Oriente, con la supuesta misión secreta de ubicar y asesinar a Bin Laden.

Los colaboradores

Nunca se explica exactamente cómo es que los cuatro integrantes principales se conocieron (aunque se dan varias pistas), pero se detalla que el equipo está activo desde 1989, por lo cual su red de colaboradores y asociados menores fue creciendo de manera exponencial.

  • Douglas Jones (Patrick Aduma): los Simuladores lo ayudaron a resolver una acusación injusta de acoso sexual por parte de una de sus alumnas.
  • Tamasaki (Chang Sum Kim): los Simuladores lo ayudaron a que una empresa de seguros accediera a pagarle los daños de un siniestro en su supermercado.
  • Scotty (Divino Vivas): los Simuladores impidieron que se abriera un hipermercado que pondría en riesgo de bancarrota a su verdulería de barrio.
  • Zarazola (Boy Olmi): un abogado y profesor de derecho que se quería separar de su esposa. Los Simuladores consiguen que la mujer se enamore de otro hombre y abandone el país.
  • Satanás (Raúl Fernando Martínez): se desconoce qué clase de vínculo une a este siniestro personaje con los Simuladores. Generalmente se lo busca para que intimide a alguien.
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Viendo que el equipo no daba abasto para cubrir todos los operativos, Santos decide formar la Brigada B, compuesta por colaboradores, para realizar misiones sencillas. 

Sus integrantes fueron:

  • Gaona (Juan Carlos Ricci) – Logística y Planificación: asistente personal y valet de Santos. Se desconoce qué tipo de vínculo granjeó la lealtad de este miembro, pero está presente desde la primera temporada.
  • Feller (Jorge D'Elía) – Caracterización: empleado de una empresa de productos lácteos. Los Simuladores lo ayudaron a recuperar su trabajo al hacerlo caer en gracia con los inversores.
  • Bonelli (Fernando Sureda) – Técnica y Movilidad: un desempleado que tenía una deuda de juego. Los Simuladores lo ayudaron a ganar una apuesta con su prestamista y liberarse de su deuda.
  • Banegas (Pasta Dioguardi) – Investigación: propietario de un cyber café. Los Simuladores lo ayudaron a salir de una deuda con un prestamista mafioso. 

La Brigada B fue disuelta después de que un operativo saliese mal y sus miembros fuesen puestos bajo arresto por el FBI. Al finalizar la serie, Feller comenta que entre los cuatro miembros (ahora liberados) deciden asociarse y abrir juntos un restaurante y parrilla.

Con la conclusión de la serie y la supuesta separación del equipo, se explica que la necesidad de la existencia de los Simuladores supera cualquier aspecto personal de sus miembros, por lo que se sugiere que un nuevo equipo sea formado, contando con personajes aparecidos previamente durante el programa:

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  • Javier Loyola (Pepe Monje): un agente de policía muy honesto, pero algo despistado y torpe. Se gana la confianza de Santos durante la investigación de un asesinato que los Simuladores ayudaron a solucionar. En el capítulo final se muestra a Loyola como miembro del nuevo equipo.
  • Marcos Molero (Alejandro Awada): un detective privado al borde del suicidio que es contratado por Milazzo. La investigación en torno a los Simuladores ayuda a Molero a recuperar el deseo de vivir, por lo que este acude por sí solo ante Santos y le ofrece sus servicios, y pasa a formar parte del nuevo equipo.

Las inspiraciones

«Lo legal es muchas veces injusto. Y lo justo es, a menudo, ilegal».

Damian Szifron emplea este enunciado para tratar de presentar el estilo y la clase de héroes que retrata la serie. Lo cierto es que los Simuladores están lejos de ser unos aventureros itinerantes que van de ciudad en ciudad haciendo obras de bien, como es el caso de The A-Team (1983), una de las más obvias inspiraciones detrás de la serie.

Los Simuladores ven sus misiones como un trabajo, como si se tratase de una agencia a la cual se puede acceder con un problema para obtener una solución, tras lo cual se debe abonar el costo del operativo, más la cuota que cubre la logística y la mano de obra. Pero, más allá del mensaje cínico que esto pudiese transmitir, los Simuladores no son mercenarios, no ayudan a aquellas personas que no se lo merecen y son, esencialmente, personas justas y bienintencionadas, a pesar de que su accionar sea tan «políticamente incorrecto». Es allí donde se nota la inspiración de la obra de teatro Los árboles mueren de pie ( Alejandro Casona), en la que un anciano contrata a un actor para que finja ser su nieto frente a su esposa, a fin de darle unos últimos días de felicidad.

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Ya por el lado del cine, las inspiraciones y referencias son mucho más notorias y no necesariamente tienen peso argumental, solo se emplean como un impecable guiño al espectador conocedor. Este es el caso de la reproducción de la escena inicial de The Godfather (1972), en la que Santos recibe a una persona de dudosa moral, que llega a pedirle ayuda en medio de la boda de una amistad. O el hecho de que, en otro episodio, todo un operativo se crea para que emule momentos de la película Casablanca (1942), sin olvidarnos también de las obvias referencias a los trabajos de Arthur Conan Doyle (creador de Sherlock Holmes) y Agatha Christie (creadora de Hércules Poirot).

Los remakes

El éxito de la serie trascendió las fronteras, tanto así que se realizaron remakes de esta en países como Chile, en el año 2005:

En España, en el 2006, en la que  Federico D'Elía repitió su rol de Mario Santos:

En Rusia, durante el año 2007, donde la serie pasó a ser llamada Koroli igry (que significa ‘reyes del juego’):

Y en México, que actualmente es el último remake, realizado el año 2008:

Lo cierto es que, con todo y su bajo presupuesto, los posibles errores de compaginación y algún que otro detalle ínfimo,  Los Simuladores es considerada, casi por unanimidad, una de las mejores series de la televisión argentina.

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