El mundo de las series podría dividirse perfectamente en dos grupos: las series que enganchan y las que enganchan tanto que se nos va la vida en desgranar episodios como si no hubiera un mañana. Un segundo grupo formado por estas series muy adictivas a las que ni el espectador más escéptico pudo resistirse y cuyo segundo, tercer o enésimo visionado sigue confirmando el gran potencial de la propuesta.
Las series más adictivas de la historia


Breaking Bad

Cuando fue estrenada en 2008, Breaking Bad adoleció de unos primeros capítulos que, si bien enganchaban, no distaban demasiado de lo que ofrecían otras series de televisión del momento. Todo cambió en cierto momento en el que el protagonista, Walter White, lanzaba una piedrecita de sulfato de mercurio que hacía estallar el apartamento de un traficante llamado Tuco. A partir de ahí, la historia del fabricante de meta azul más famoso de la historia se convirtió en ua cuestión de necesidad para nosotros, especialmente durante unas cuarta y quinta temporadas simplemente irrepetibles.
Lost

Te gustase o no el desenlace de la serie de J.J. Abrams, no puedes negar que Lost, estrenada en 2004, cambiaría para siempre el mundo de la televisión al mantener clavados a miles de espectadores a una pequeña pantalla en el que los misterios surgían a cuentagotas en una isla de Pacífico.
Lost no sólo era una cuestión de adicción, sino también de debate, teorías en Internet, cultura pop y misterios constantes que convertía cada uno de sus capítulos de 40 minutos en una especie de nueva religión.
Friends

Lo de Friends no era sólo una cuestión de adicción, sino algo así como un estilo de vida, un complemento más de nuestra propia existencia. Gracias a su corta duración, tramas sencillas y unos personajes que nos siguen haciendo sonreir aún en los días más grises, Friends se mantiene como una de las series más adictivas de la historia y una de las pocas que podríamos ver una y otra vez sin cansarnos.
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Game of Thrones

Aunque no todas las temporadas de la ficción de HBO nos engancharon desde el primer capítulo (vease la quinta, por ejemplo), GoT compensa la lentitud de ciertos asaltos con unos finales de temporada simplemente espectaculares, los cuales parecen superarse uno a otro a medida que los conflictos de Poniente avanzan. Para ejemplo, el último capítulo de la sexta temporada, posiblemente uno de los mejores de la historia de la televisión del último lustro. Espectacular.
Twin Peaks

Cabe remontarse a 1991 para ubicarse en aquel momento en el que ni Netflix ni Internet dinamizaban el mundo de la televisión y una serie de apenas dos temporadas era suficiente para mantener clavados al televisor a toda una generación de fans.
Ambientada en el ficticio pueblo de Twin Peaks, la serie que nos ilustrase con la muerte de Laura Palmer y su investigación por parte del Agente Dale Cooper mantuvo a los espectadores en vilo durante los 39 episodios de una serie que en 2017 regresará con un nuevo asalto.
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Estas son algunas de las series más adictivas de la historia; se apoyan en unas legiones de espectadores que llevan sucumbiendo a sus diferentes tramas durante años, y alargan el impacto de unas series que, en ocasiones, hemos vuelto a revisionar como si de nuestra primera vez se tratara. Y eso no es algo que todos los espacios televisivos consiguen.
¿Cuál es, en tu opinión, la serie más adictiva que has visto?









