Narrar una historia en televisión te permite una mayor flexibilidad y densidad que en el cine, pues dispones de varias entregas para ir estableciendo las diferentes bases que acabarán explotando en su recta final.
Las series con mejores guiones de la historia


Cada serie dispone de un número definido de capítulos para explicar su relato, por lo que la figura del showrunner es fundamental para establecer los diferentes arcos a corto y largo plazo. La riqueza de los detalles y el desarrollo de múltiples cabos de un guión es lo que diferencia una serie sobresaliente de una aceptable, por lo que a continuación os enumeramos los cinco mejores guiones de TV de la historia.

#5 Deadwood
Deadwood es una de las series más épicas y brillantes de la historia de la televisión, aunando las grandes virtudes de los mejores westerns clásicos, las truculencias políticas de una civilización en construcción y duelos memorables entre personajes de altura. David Milch puso todo su talento en la escritura a disposición de la producción más ambiciosa de su carrera, elaborando diálogos shakesperianos, planteamientos escenográficos teatrales y una confluencia de tramas ricas en matices.

#4 Breaking Bad
Sembrar y recoger; esta es la primicia del equipo de guionistas, encabezado por Vince Gilligan, de Breaking Bad. El potencial de la premisa –‘’transformar a Mr.Chips en Scarface’’- permite estrechar un relato continuo e in crescendo a lo largo de cinco temporadas, en los que los problemas y demonios de cada personaje se van apilando para acabar desencadenando unos finales trepidantes y catárticos. Su cierre no deja ningún cabo suelto, resolviendo los oscuros secretos de Walt con Jesse, la investigación de Hank sobre Heisenberg y la destructiva relación matrimonial de los White.

#3 Six Feet Under
Posiblemente se trate del producto cinematográfico que explora con mayor profundidad y honestidad el sentido de la vida; analizando las complejidades del ser humano con precisión e inteligencia y reflexionando a lo largo de las cinco temporadas sobre la muerte.
Su riqueza argumental y desglose narrativo posibilita una acumulación emocional que explota de forma incisiva en los finales de temporada, incidiendo en detalles que parecían pusilánimes y acaban siendo el detonante del clímax; como puede ser un tatuaje en la espalda que simboliza un incesto, la escritura de una novela que saca a relucir las contrariedades de una pareja o una foto dentro de un cuaderno que esconde innumerables interrogantes.
Aunque su verdadero punto fuerte es la influencia que tiene en la existencia de los que la ven; ya que muchos espectadores aseguran que la serie les ha enseñado a disfrutar de la vida y a valorar más las cosas.

#2 The Sopranos
David Chase marcó el inicio de la época dorada en televisión, rompiendo todas las normas escritas y ofreciendo un producto que no tenía nada que ver con todo lo visto hasta el momento. No solo puso al ‘’malo’’ de la película como protagonista, sino que nos hizo encariñarnos con él, gracias al profundo análisis y desarrollo psicológico que escarbaba sus demonios interiores capítulo a capítulo. El sentido onírico y los finales anti climáticos son seña característica de una serie que nunca fue tópica en su narración y siempre buscó vías complejas para desenvolver la historia.

#1 The Wire
Todas las ideas y cuestiones que se plantean en el primer capítulo de cada temporada de The Wire se acaban resolviendo en los episodios finales, sin dejar ningún hilo abierto ni tramas sin resolución.
La planificación periodística de David Simon permite estructurar cada temporada a conciencia; escribiendo los trece episodios que las componen como si de una novela se tratase, teniendo una clara idea de su inicio, desarrollo y conclusión antes de empezar a filmar.
Además, hay tramas que se desarrollan a lo largo de varias temporadas e incluso durante la serie completa; como la subida al poder de Carcetti, los archivos corruptos del FBI sobre Daniels, la redención de Bubbles o la madurez de Carver.
¿Estás de acuerdo?









