Esta semana en Elementary el pasado del capitán Gregson vuelve para atormentarlo cuando un nuevo caso de un asesino serial podría estar vinculado a un viejo caso en el que trabajó hace varios años. Pero con Wade Crews en la cárcel, los nuevos asesinatos sugieren que Gregson y su antigua compañera atraparon al hombre equivocado. O lo que es peor aún, ¿podría la policía haber emboscado a un hombre inocente para hacerlo pasar por asesino serial?
Las reglas del juego cambian en Elementary [Crítica 1x07]

Así sucedieron las cosas en One Way to Get Off, cuando Sherlock ( Jonny Lee Miller) saca a relucir la posibilidad de que el asesino fue condenado a partir de cierta evidencia plantada. La respuesta del capitán Gregson ( Aidan Quinn) no pudo ser otras que la del enojo absoluto. Por supuesto que Gregson está limpio; su código ético y moral lo obliga inmediatamente a sacar al descubierto cualquier injusticia, inclusive si significa el final de su propia carrera o el de su ex compañera.
Sin embargo, Sherlock no confía en el sistema penal, especialmente cuando encuentra una pieza irrefutable de evidencia que ha sido colocada, y todas las sospechas apuntan a la ex compañera de Gregson. Las cosas nunca tienen un camino fácil en este programa, de lo contrario ¿cuál sería el propósito de tener a un detective consultor con una mente brillante semejante?
Y así resultó ser que la evidencia sí había sido plantada, y una vez más, todas las conjeturas deductivas estuvieron acertadas. El verdadero culpable resultó ser el hijo de Crews que, siendo parte de un programa de alfabetización, le enseña a leer y logra acercarse a su padre para poner en marcha un plan que ponía en duda la condena original para que su padre pudiera salir en libertad.

El misterio de la mujer
Una vez más, lo más significativo del episodio fueron los avances de Watson ( Lucy Liu), que descubrió algunas cosas más sobre Irene. Como era de esperar, Sherlock continúa en completa negación de traer a colación su pasado. Visto como una clara invasión a su privacidad, se encuentra en todo su derecho a estar enojado con su nueva compañera.
Watson regresa al lugar donde Sherlock hizo su rehabilitación. Nadie puede decir nada acerca de él, sólo que fue el paciente menos cooperativo con el que se habían encontrado. A excepción de una sola persona a la que Sherlock le dirigió la palabra. El jardinero ( Stephen Henderson), es el único que conoce a Holmes mejor que ningún otro profesional del lugar. El jardinero le explica que Holmes parecía ser el único que tenía un plan. Para sorpresa de Joan, el hombre le termina entregando un montón de cartas destinadas a Sherlock, y provenientes de la misteriosa mujer en cuestión: Irene Adler.
A pesar de que Sherlock quedó totalmente sorprendido de que Watson tuviera las cartas, él las toma y le explica que hay una razón por la cual decidió dejarlas en el pasado. Y se lo demuestra poniéndolas en la licuadora. Sin embargo, en el final, escuchamos una confesión de Sherlock en la que da a entender que él y Irene fueron muy cercanos. Ella murió y él no tomó muy bien su muerte. A mí me da la impresión de que no está diciendo la verdad acerca de Irene, y si es así, espero que tengamos una sorpresiva aparición o algo por el estilo del personaje en cuestión.

Hay que reconocer que en cada episodio que pasa Miller se destaca aún más con su actuación, a la vez que vamos conociendo un poco más del alma atormentada de Sherlock. Pero a pesar de todo, las revelaciones siguen siendo lentas, y como ya lo he mencionado en otras ocasiones, lo poco que tiene de interesante la serie abarca un mínimo de tiempo en pantalla.
Elementary regresa el jueves 29 de noviembre con The Long Fuse.







