Existe una producción muy abundante sobre el género de las artes marciales pero, así como el cine norteamericano perfecciona sus películas de acción en función de los efectos especiales, las realizaciones asiáticas evolucionan en un sentido de mucha mayor elaboración física, de gran influencia de las acrobacias aéreas propias de la tradición de sus mejores circos.
Las 5 películas más violentas de artes marciales

Grandes coreografías, muy cuidados diseños de ambientes de época y una iluminación cada vez más perfeccionista son las características de estas realizaciones que empiezan a cuidarse especialmente a partir de 1991.
A continuación una selección de cinco títulos que en realidad conforman 10 películas de artes marciales, ya que muchos se han desplegado en trilogías y largas secuelas.
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#5 Once Upon a Time in China (1991-1994)
Tuvo tanto éxito el exquisito diseño de producción de este film que en un tiempo récord se llegó a la quinta secuela (en sólo 4 años). Salvo la segunda, todas las dirigió el mismo realizador con mucha experiencia en el cine de acción de Hong Kong, donde se realizaron todas las películas.
La primera transcurre a finales del siglo XVIII, con una gran carga anticolonialista, atacando la codicia de los extranjeros con el añadido del rapto de una hermosa muchacha capturada para ser vendida como prostituta…
Una tras otra, las películas van perfeccionando la exhibición de artes marciales a muy buen ritmo, y con el encanto tradicional de los héroes que salen del pueblo con fuerza arrebatadora hasta la victoria final.
#4 Kill Bill (2003-2004)
Una película en dos partes que conviene ver juntas, ya que destacan como las mejores obras occidentales donde la violencia de las artes marciales se presenta con todo el estilo de las escuelas asiáticas en una superación de refinamiento estético: mucha imaginación con una protagonista excepcional en Uma Thurman, en un contexto donde las más vigorosas secuencias tienen la novedad de un protagonismo femenino con mujeres hermosas, audaces y siempre sorprendentes.
#3 Ong Bak (2003-2010)
Una trilogía con el mismo protagonista: Tony Jaa, una super estrella del cine de artes marciales tailandés, que en la segunda y tercera parte (2008 y 2010) también se convierte en codirector.
Siempre al servicio de portentosas secuencias de artes marciales combinadas con boxeo y otras disciplinas dentro de persecuciones vertiginosas en un mercado callejero, triunfal lucha del líder a pesar de tener las piernas en llamas; caídas, saltos, colisiones con secuencias tomadas desde varios ángulos, en un creciente “más difícil todavía” con números circenses de extraordinaria solvencia amparados en leyendas populares.
#2 The Raid: Redemption (2011)
Refriegas en reducidos espacios con coreografías espectaculares, portando machetes, hachas… Virulencia extrema donde no importa demasiado el guión sino el montaje de luchas muy originales que alternan las artes marciales con toda clase de armas, incluidas unas insólitas granadas, al servicio de un espectáculo sangriendo, con una voluntad de inagotable regadero de hazañas. No tardó en llegar una segunda parte aún mejor.
#1 The Raid 2: Berandal (2014)
Poco después de dar por liquidada la brutal redada de la primera parte, el inspector Rama necesita ir más allá de todos los límites conocidos, de manera que se infiltra en la organización criminal más poderosa de Yakarta (capital de Indonesia) para llegar al fondo de la corrupción de la propia institución policial.
Cinematográficamente se ha conseguido superar lo que parecía imposible: que el desborde de violencia tenga momentos de mayor riqueza estética, sin por eso abandonar la imaginación puesta a prueba para el más difícil todavía: salvajismo en el patio de una cárcel, uso de bates de béisbol y martillos… En definitiva, una zambullida en las artes marciales sin censura de ninguna clase.









