La privación del sueño en Anger Management [Crítica]

Segunda semana en la televisión para Anger Management y la desazón sigue siendo la misma. Con una pérdida de audiencia del 38% respecto a los dos primeros episodios, he aquí la crónica de lo que parece ser una muerte anunciada.

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Charlie Sheen está solo. No es suficiente una sola figura para que Anger Management se mantenga en relativo éxito. Hace falta el complemento de todo un equipo que suma esfuerzos y contribuye a un mejor resultado. Sin embargo, no se puede pedir más de un reparto pobre.

Actores malos

Imagen FX

Si hay que hacer una ligera mención, entonces estamos hablando de Kate Wales ( Selma Blair), indudablemente uno de los personajes más interesantes dentro de la ficción nada alocada de FX. Es cierto cuando los productores de la comedia insitían que no habría ningún parecido con la versión cinematográfica.

El estilo individualista de Charlie no termina de encajar en un formato que pretende (o sueña) con ser irreverente, desafiante y ocurrente. Ni qué decir de otros personajes como Lacey ( Noureen DeWulf), Patrick ( Michael Arden), Nolan ( Derek Richardson) y el viejo Ed ( Barry Corbin). ¿Es acaso éste el grupo más indicado para una comedia que habla sobre la ira?

Pero no todo tiene que ser tan malo. Todavía existe un grupo de prisioneros que tuvo una aparición fugaz durante el debut televisivo de Anger Management. He aquí una gran posibilidad para explorar nuevos recursos y crear situaciones más oportunas para el modelo de comedia que todos esperamos ver.

¿Quién tiene la culpa?

Imagen FX

En líneas generales, el futuro de Anger Management recae enérgicamente en los hombros de sus guionistas Bruce Helford (creador) y Dave Caplan, quienes son responsables de los diálogos más absurdos (muchos sin generar una simple sonrisa) que hemos podido ver en estas dos primeras semanas.

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No hace falta ser adivino para pronosticar un descenso progresivo a pesar de haberse convertido en el programa más sintonizado en la historia de la televisión por cable con 5.74 millones de espectadores. No olvidemos que lo mismo sucedió con el estreno de Two and a Half Men en CBS, cerrando la novena temporada con índices de audiencia por debajo del 50%.

Pero a fin de ser más ilustrativo, el tercer capítulo de Anger Management registró una caída del 38% con un total de 3,4 millones de espectadores. Aunque los números todavía son auspiciosos, es evidente que hay una tendencia que ha comenzado a marcar una súbita caída tan solo en su segunda semana. ¿Cómo van vuestras expectativas?

Puntaje: 5/10 – Poco o incluso peor de lo que vimos la semana pasada. Anger Management parece estar condenada a la continuidad comercial pero al fracaso de contenidos.