En toda la saga de Star Wars, el dúo de jedis más popular sin duda es el conformado por Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi, ambos generales durante las Guerras Clon.
La disputa que no conocías entre Anakin y Obi-Wan: ocurrió en la misión de Cato Neimoidia
El maestro Kenobi y su aprendiz se hicieron de una gran fama antes y durante la guerra, ya que ambos eran especialistas en misiones arriesgadas y con poca probabilidad de éxito.

A Anakin siempre le gustó destacar, por lo que realizaba hazañas peligrosas sin pensarlo dos veces. Gracias a eso, en varias ocasiones salvó la vida de su maestro.
Al principio del Episodio III, justo después de que rescatarán al Supremo Canciller Palpatine de la nave Separatista, Anakin le dijo a su maestro que le debe una por rescatarlo de la nave de Grievous, y no por salvarlo por décima vez.

Rápidamente el maestro jedi respondió que solo habían sido nueve veces, porque lo que había pasado en Cato Neimoidia no contaba.
¿Qué fue lo que ocurrió en Cato Neimoidia? Algunos fans pensaron que esa misión se abordaría en la serie de The Clone Wars, pero nunca ocurrió.

Afortunadamente, ese evento no se quedó solo como un misterio más de la saga.
En la novela Labyrinth of Evil, Anakin era el líder de una misión cuyo objetivo era capturar al Virrey de la Federación de Comercio, Nute Gunray, en Cato Neimoidia.

Anakin se encontraba muy cerca de su objetivo, pero justo en ese momento Obi-Wan fue acorralado por todo un pelotón de Super Droides de Batalla. Al perder a Gunray, el joven caballero jedi decidió regresar a ayudar a su maestro.
Durante la batalla, Obi-Wan rebota uno de los disparos láser, mismo que impactó en el túnel en el que se encontraba, liberando unas esporas con muy mala pinta.

Obi-Wan intentó ponerse una mascarilla, pero era demasiado tarde, las esporas ya estaban haciendo efecto en su cuerpo.
El maestro jedi se sentía extraño, se movía de un lado a otro sin control aparente, pero era perfectamente consciente de lo que estaba haciendo. A pesar de que tenía la vista borrosa, pudo continuar repeliendo los disparos de sus enemigos.

Después de unos segundos, Obi-Wan ya había esquivado casi de milagro decenas de disparos de los droides, debido a que para el jedi, todo el mundo estaba en cámara lenta.
El maestro Kenobi se desplazaba entre sus enemigos haciendo profundos cortes con su sable láser, pero prácticamente era el arma y su cuerpo las que hacían todo el trabajo, porque todo indicaba que se movía más rápido que su mente.
Cuando Anakin llegó, se encontró a su maestro destruyendo a los últimos droides del pelotón, con por lo menos 100 de ellos convertidos en chatarra a sus pies.
Al ver a su amigo, Obi-Wan Kenobi lo saludó, y se desvaneció del cansancio y por los efectos de las esporas.

Si bien Anakin había regresado a salvar a su maestro, Obi-Wan había podido terminar con todos los droides antes de que llegara el chico, por lo que técnicamente lo que pasó en Cato Neimoidia no contaba como un rescate.

A pesar de su hazaña, a Obi-Wan le avergonzaba lo sucedido en esa misión, ya que se encontraba en un estado muy inconveniente.
Para tí, ¿lo sucedido en Cato Neimoidia cuenta? Da tu opinión en los comentarios.
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