En el episodio 3 de 'House of the Dragon' mostró una profecía de Rhaenyra y Aegon que podría ser el inicio de una terrible guerra, pero también fue el escenario de un encuentro entre la princesa Targaryen y una criatura extraordinaria.
El legendario animal de 'House of the Dragon' que existe en la vida real: así se ve
En 'House of the Dragon', la princesa Rhaenyra vio a un ciervo blanco. La impresionante criatura podría ser una señal divina de lo que le depara el futuro, pero lo que muy pocos saben es que ese animal existe en la vida real.
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Antes de que empieces a leer, ten en cuenta de que podrías encontrar spoilers de los personajes y la trama de 'House of the Dragon', la serie precuela de 'Game of Thrones'.

'House of the Dragon': el ciervo blanco de Rhaenyra Targaryen
Para celebrar el segundo cumpleaños del príncipe Aegon, el rey Viserys y su Corte Real organizaron una expedición de cacería. El objetivo era atrapar al legendario ciervo blanco, una criatura que era el símbolo de la monarquía de Westeros antes de que los Targaryen llegaran al continente con sus dragones.
A pesar de que contaban con perros y cazadores expertos, el grupo de Aegon II y Viserys no encontró a la criatura, a diferencia de Rhaenyra, quien la halló en las profundidades del bosque.

Si bien en la serie este encuentro es manejado por la serie como un acontecimiento casi mágico por lo que significa el ciervo blanco para los habitantes de Westeros, en la vida real también es posible encontrarse con ese animal.
'House of the Dragon': la criatura que encuentra Rhaenyra existe en la vida real
En la naturaleza es posible encontrarse con un ciervo blanco, el cual tendría esa curiosa pigmentación en su pelaje gracias a una condición llamada albinismo.
De acuerdo con 'Iowa Department of Natural Resources', el albinismo en los animales es el resultado de células que no pueden producir melanina, el pigmento que le da a la piel o al pelaje su coloración.
Esta condición se transmite a la descendencia cuando ambos progenitores poseen el gen recesivo del albinismo. Lo anterior ocasiona que los especímenes de este tipo sean poco frecuentes de ver.

Los animales albinos presentan una tonalidad blanca en su piel, plumas o pelaje, mientras que los ojos y otras partes del cuerpo pueden ser rosadas.
Los animales albinos por lo regular tienen problemas de la vista, algo que sería fatal para un ciervo que tiene que escapar de los depredadores y los cazadores humanos.
En el caso del ciervo blano de 'House of the Dragon', no se aprecia que sus ojos sean rojos, por lo que podría tratarse de un animal con leucismo. De acuerdo con 'National Geographic' el leucismo también es una particularidad genética, pero a diferencia del albinismo, el cuerpo del animal todavía es “capaz de producir algunos pigmentos”, por lo que es posible que tengan los ojos azules o de otro color.

'House of the Dragon': los ciervos blancos también están presentes en las leyendas del mundo
Los avistamientos de ciervos blancos son tan especiales que son el centro de algunas de las leyendas del mundo. De acuerdo a un artículo publicado el 12 de septiembre del 2017 por el diario The Scotsman, una leyenda de Edimburgo dice que el rey David I de Escocia se encontró con un animal de este tipo el 14 de septiembre de 1128, en el día de la Santa Cruz.
El rey había desobedecido los consejos de su Corte acerca de no cazar en un día santo. Cuando caminaba por el antiguo bosque de Drumsheugh, el monarca se encontró frente a frente con el ciervo blanco.

La leyenda cuenta dos versiones, en una el rey fue salvado de una muerte segura por una mano que salió de una nube plateada. En otra, David I tomó al animal por las astas, mismas que se convirtieron en una cruz, lo que hizo huir al ciervo.
Supuestamente San Andrés, apóstol de Escocia, se le apareció al rey en sueños después de ese percance, indicándole que tenía que construir una abadía para agradecer a Dios por su supervivencia.

Aunque no se puede comprobar que este evento haya ocurrido en la vida real, en 1128 se estableció un monasterio que más tarde se convertiría en la abadía de Holyrood, la cual se encuentra en Edimburgo.






