Homeland: Sangre, venganza y revelaciones [Crítica 3x06]

Tal vez algunos malos capítulos anteriores en esta temporada 3 de Homeland hayan mermado la confianza de los espectadores en el desarrollo de la serie. Lo cierto es que estando ya en la mitad de la temporada, el balance da que la mayoría de las emisiones fueron de muy buena calidad.

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Still positive, el capítulo de esta semana, también es uno de los buenos. Pero, ¿por qué sigue sobrevolando la sensación de que la serie todavía no arrancó? Como si la trama principal de Homeland fuera otra y no la que nos están contando. Tal vez la ausencia de Brody (que de nuevo no aparece) y la insistencia de contar las desventuras de su hija provoquen ese distanciamiento.

La reunión

Yendo al argumento (que depara una inesperada revelación). Carrie ( Claire Danes) finalmente se reúne con Majid Javadi ( Shaun Toub), el terrorista que detonó la CIA en el final de la temporada anterior. Claro que el encuentro es por demás de tenso, con detector de mentiras incluído.

Cuando el aparato detecta claramente que Carrie está mintiendo, la agente improvisa una jugada. Logra hablar a solas con Javadi y amenazarlo con develar que estuvo lavando dinero perteneciente al gobierno iraní, lo que lo convertiría en un detestable traidor. Javadi reconoce lo comprometido de su situación, y pacta una segunda reunión con Carrie, no sin antes mandarle saludos a Saul ( Mandy Patinkin).

Imagen Showtime

Viejos amigos

Es entonces cuando Saul le relata a Fara ( Nazanin Boniadi) la larga y sangrienta relación que lo une con Jivadi. Ambos iniciaron su carrera como espías durante la revolución del Ayatolá Jomeini en Irán. Por esos días eran compañeros, pero cuando Saul le pidió a Jivadi que protegiera a parte de su equipo, este lo traicionó y los ejecutó cuando se sumó al nuevo gobierno. Como parte de la represalia, Saul se habría hecho cargo de Fariba, la esposa de Jivadi.

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Desde entonces ambos están en guerra. Claro que Saul se encuentra en una posición cuanto menos débil. En una visita protocolar a la CIA, el futuro director de la agencia, el senador Lockhart ( Tracy Letts) es recibido por Dar Adal ( F. Murray Abraham), con el cual hace muy buenas migas. Y para colmo de males, la mujer de Saul le confiesa que está enamorada de otro. Sin embargo, Saul cumple con su misión.

Imagen Showtime

Imprevistos

Claro que el terrorista no se dará por vencido. Antes de ir a la reunión con Carrie, Jivadi hace un alto en una casa de los suburbios. Saul monitorea sus movimientos por medio de una drone, y no entiende qué tiene de especial esa casa. Cuando Fara localiza el nombre la propietaria, Saul palidece y le exige a Carre y Peter ( Rupert Friend) que lleguen a esa dirección lo antes posible.

La escena que sigue es, sin dudas, una de las más intensas secuencias de Homeland, más por su puesta en pantalla (mérito de la experimentada directora Lesli Linka Glatter) que por lo que se devela.

Haciendo uso de tres espacios distintos de acción en paralelo (el cuartel de Saul, el vehículo de Carrie y Peter y la casa donde está Jivadi) los nervios de los espectadores son puestos a prueba hasta finalmente atestiguar dos horribles asesinatos. Jivadi encuentra a su ex mujer, a quien Saul ayudó a escapar, viviendo con su nuera y su nieto. Sin dudarlo, el terrorista mata a su nuera de un disparo en la cabeza, y cuando encuentra a su ex esposa, la asesina con una botella rota en el cuello, no sin antes saludar a su nieto.

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Cuando Carrie y Peter llegan al lugar, se encuentran con un baño de sangre, y Jivadi listo para entregarse. Desde el otro lado del micrófono Saul pregunta qué sucedió, pero ninguno de los dos pueden describir lo que están viendo.

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Puntaje: 8/10. Still positive fue emocionante, desperdició minutos (¡otra vez!) en Dana Brody y agregó un último condimento a la historia (muy relacionada con su título) Spoiler: Carrie está embarazada.

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