Homeland: La vuelta de Brody [Crítica 3x09]

Hay que hacer un trato implícito a la hora de ver Homeland : dejarse llevar por la ficción. Solo así se puede disfrutar de esta estupenda serie. Porque si bien es una historia ambientada en el mundo "real", en varias oportunidades ese trato está en peligro de romperse.

El por qué de esta reflexión es debido a la emisión de Horse and Wagon. Un capítulo muy esperado, ya que por fin vuelve Brody a escena y todo el plan que se tejió desde el primer capítulo queda al descubierto. Pero estas dos cuestiones forzaron el verosímil de Homeland hasta su punto máximo.

La vuelta de Brody

Si bien Nicholas Brody ( Damian Lewis) tan solo apareció en un capítulo de esta temporada, el personaje estuvo presente a lo largo de toda la historia. Después de todo, era el "culpable" del atentado terrorista a la CIA. Pero cuando Javadi lo libra de culpa tanto a Saul como Carrie, ponen en acción la fase dos del complejo plan del primero.

Saul rescata a Brody de Caracas, donde estaba "a salvo" en una celda, "enganchado" a una droga similar a la heroína. Saul lo lleva de regreso a suelo yanqui, y lo somete a un duro proceso de desintoxicación. Una situación muy similar a la que el ex-marine vivió con Abu Nazir. Y Saul ( Mandy Patinkin) tiene intenciones oscuramente parecidas.

En este momento el verosímil de Homeland se ve comprometido. Más allá de la fortaleza mental de Brody, es muy poco probable que una persona soporte dos veces un cautiverio tan extremo, le laven el cerebro, lo "enganchen" con sustancias, lo desenganchen, y que en el medio sea un congresista y luego un terrorista con un precio sobre su cabeza y que logre mantenerse cuerdo. A menos que sea Batman o James Bond. Pero este no es el universo que propone la serie.

Al menos el personaje de Lewis tiene rasgos en su personalidad que lo alejan un poco del estereotipo. El primero (y con el cual se insistió mucho en esta temporada) es su hija Dana. Aquí se da el reencuentro, muy logrado por cierto. Incómodo, emocionante, desgarrador, son solo algunas de las definiciones de esta pequeña escena.

Y el segundo es Carrie ( Claire Danes). Ella es decisiva para que Brody no se deje morir. Y es evidente en los cruces de miradas y diálogos contenidos que el amor sigue latente.

El plan de Saul

Saul logra un triunfo mayor. Descubre que el amante de su mujer es un agente iraní que estaba informando al senador Lockhart sobre sus movimientos. Cuando lo confirma, ordena que sumerjan al espía en un "pozo oscuro y profundo". Y al fin logra tener a Lockhart bajo su poder. Si bien no lo va a denunciar por traición, negocia el tiempo necesario para ejecutar su plan maestro.

Y su plan es poner a Javadi como jefe de la inteligencia de Irán. Y lo hará asesinando al primero al mando. Y el encargado de hacerlo será el "culpable" del atentado a la CIA: Brody.

Si bien el plan de Saul es interesante, sus objetivos son inmensamente inocentes. Como él mismo lo dice, quiere entablar el diálogo y acabar con la guerra. Perdón Homeland, pero el negocio de la guerra es conveniente para ambas naciones.

La historia comprobó una y otra vez que desde al asesinato de Kennedy (que permitió ingresar al conflicto en Vietnam) hasta el 9/11 y la invasión a Irak y Afganistán, la CIA siempre se ocupó de que estas guerras se concretarán y no que se eviten. Tal vez Saul sea un utópico, pero nadie así llega a ser director de la CIA.

Puntuación: 7/10. Homeland retomó su nivel, pero no debe olvidarse de ofrecer material más adulto, acorde a lo que propone y lo que sus espectadores esperan.