Siguiendo la buena senda trazada en el capítulo anterior, The Yoga Play centró casi todas las tramas de Homeland en el espionaje y por primera vez puso algo de condimento a la sosa historia paralela de Dana Brody.
Homeland: Carrie, la triple agente [Crítica 3x05]


Alex Gansa, Howard Gordon y Gideon Raff lograron escribir un episodio que puso el foco en las fortalezas de la serie. Cabe destacar que los dos primeros son los showrunners de Homeland mientras que Raff es el creador de la serie original israelí, lo que da a suponer que pretenden rescatar y conservar la calidad argumental que siempre caracterizó a esta historia y permitieron su renovación.
Triple agente
Aún sin contar con la presencia de Nicholas Brody ( Damian Lewis) (a pesar de ya estar llegando a la mitad de temporada), The Yoga Play basó su argumento en la recién revelada condición de doble agente de Carrie Mathison ( Claire Danes).
Carrie vive acechada por los agentes israelíes que observan cada paso que da, antes de que se reúna con Majid Javadi ( Shaun Toub), responsable del atentado a la CIA. La custodia se vuelve más asfixiante ya que el terrorista ingresó como un simple comerciante al territorio norteamericano.
Por supuesto, Carrie también está siendo custodiada por la CIA, para quienes aún es una potencial traidora. Afortunadamente Saul ( Mandy Patinkin) recluta a Peter Quinn ( Rupert Friend) para que vele por su seguridad.

La inclusión de Peter a la intriga suma momentos muy interesantes, ya que se hace cargo de las situaciones cómicas, de las de acción trepidante e incluso como potencial interés amoroso de Carrie. Sin embargo, ciertos encuadres, ciertas miradas, envuelven la posibilidad de que Peter sea la rata que la CIA tiene adentro desde hace meses.
Volviendo a Carrie, como si su condición de doble agente no fuera lo suficientemente complicada, cae en su casa Jessica Brody ( Morena Baccarin). La ex-mujer de Brody, enemiga jurada de Carrie, acude desesperada a su ayuda, ya que es la última oportunidad que tiene para encontrar a Dana.
Carrie accede al pedido de Jess y trata por todos los medios de dar con alguien que pueda ayudarla, lo que pone en serio riesgo la misión.

La historia de Dana
La historia de amor prohibido entre Dana ( Morgan Saylor) y Sam ( Leo Carras) ha llegado a su conclusión. Los adolescentes huyen despreocupadamente por las rutas. Sin embargo, algunas actitudes de Sam despiertan las primeras dudas en Dana. Actitudes conectadas al lugar donde se conocieron, un albergue para jóvenes con tendencias suicidas.
En una estación de servicio Dana escucha es la televisión el parte que pide por su paradero, y también se entera los detalles de la muerte del hermano de Sam, hasta ahora pasados por alto.
Cuando la situación no da más, Dana confronta a Sam. El muchacho tiende una red de mentiras antes de confesar la verdad. Y aquí florece la verdadera personalidad de Dana: no soporta la mentira, bajo ninguna forma. La huella de lo que hizo su padre es profunda y ha dejado cicatrices. Dana vuelve a su casa en un operativo policial acelerado por la intervención de Carrie.
La conspiración
Sin embargo, la mejor historia de la emisión se la lleva Saul. El ahora director de la CIA se ve envuelto en una mini conspiración de la clase política. Es invitado a cazar patos con los que llevan la rienda del país en un fin de semana campestre. Lo que no sospecha, y le duele justo en su alma de espía, es que todo es una fachada para postular al senador Lockhart ( Tracy Letts) como su sucesor. Claro que Saul presentará batalla.

La historia termina con Carrie encapuchada, reuniéndose con Javadi, pero pasando varias penurias en el camino. Y solo Saul y Peter pueden cuidarla, si tan solo supieran dónde está.
Puntaje 8/10: Volvió el espionaje, volvió la tensión, volvieron los personajes en su mejor forma, y se terminó un arco polémico y algo aburrido. Seguramente lo mejor todavía no llegó.




