Cuando Stanley Kubrick hizo 2001: Odisea del espacio el mundo aceptó que el cine de ciencia ficción podía ser serio, podía ser importante, sofisticado, de autor, trascendente y hasta filosófico; que podía ser más que esas películas clase B y de bajo presupuesto (muchas veces maravillosas pero con mucho menos alcance) de monstruos o invasiones alienígenas que habían dominado el género por casi tres décadas.
El futuro no es lo que era: las 25 mejores películas de ciencia ficción en lo que va del siglo XXI

En esos tiempos, fines de los 60, la ciencia ficción era justamente esa cosa del próximo milenio, y de ahí el título de la película (y de la novela de Arthur C. Clarke en que se basó): ese mojón imaginario en el que las fantasías especulativas propias del género, los avances tecnológicos, las naves espaciales, los viajes interestelares, los robots, los mundos extraterrestres, cobraban nuevas formas que afectaban la vida humana y la sociedad de manera definitiva y radical.
Cuando la realidad alcanzó a aquella película y entramos en el nuevo milenio, la ciencia ficción debió imaginar nuevos futuros, y la tendencia fue casi siempre apocalíptica (mención obligatoria al 9/11); los superhéroes que salvan al mundo de la destrucción total se convirtieron en el género más prolífico y popular de Hollywood.
Pero hubo mucho más que eso.
Películas que, siguiendo la tradición de 2001: Odisea del espacio, exploraron la ciencia ficción de un modo inédito y apasionante, partiendo de conceptos originales, ambiciosos o provocadores, y aprovechando al máximo las posibilidades visuales y sensoriales que da el cine.
Puedes votar por tus favoritas.
Sigue leyendo:








