Seguido del gran episodio de la semana anterior, Elementary hizo un esfuerzo por mantenerse a ritmo pero no lo logró del todo. Podríamos decir que en cierta forma retornó a los orígenes de sus primeros capítulos en los que la serie no había demostrado otra cosa que ser una serie policial más. Lo que sí dio resultado en Lesser Evils, fue que el caso nos permitió adentrarnos en el poco mencionado pasado de Watson.
El Ángel de la Muerte en Elementary [Crítica 1x05]

La experimentación con los cadáveres de la morgue llevó a Holmes ( Jonny Lee Miller) a descubrir que un Ángel de la Muerte habita en el hospital. Esto da pie para que Watson regrese a su territorio profesional asistiendo al detective haciendo uso de sus conocimientos en medicina, a la vez que se reencuentra con una colega y amiga.
El pasado siempre queda
De regreso en su área, pero ahora con nuevas habilidades deductivas, Watson ( Lucy Liu) salva la vida de una joven paciente de su vieja amiga cuando le sugiere que haga algunas pruebas extras para descartar una severa condición cardíaca que podría conducir a la joven a la muerte durante la intervención quirúrgica.

Es en este mismo escenario donde nos enteramos que Watson renunció a ser cirujana de forma voluntaria y no porque no tenía opción. Cualquiera haya sido el error cometido, su suspensión tan sólo duró unos meses. Lo cual significa que podría haber regresado al trabajo en cualquier momento.
Se sabe que los médicos, en especial los cirujanos, tienen que lidiar a menudo con la vida y la muerte y tener la vida de una persona en tus manos no siempre puede ser lo más fácil. Claramente Watson extraña algunas cosas de su profesión, y este repentino reencuentro sin duda la llevara a replantearse algunas cosas en su vida.
Experimentos fatales
En cuanto al caso de esta semana, creo que la serie se pisa un poco a sí misma al introducir actores medianamente conocidos en el rol de villanos. O sea, teniendo en cuenta la naturaleza del programa, ver una cara familiar interpretar al “villano de turno” resulta bastante sospechoso. Y este fue precisamente el caso del quinto episodio, en el que David Costabile ( Breaking Bad, Suits) dio vida al conserje o, mejor dicho, al ángel de la muerte.
Al principio este personaje pasa totalmente desapercibido ya que Holmes señala como principal sospechoso a uno de los cirujanos del hospital. Después de que el Doctor Balwin ( David Harbour) presenta la coartada perfecta, a Watson se le ocurre una nueva idea. Ya que la epinefrina fue la sustancia utilizada en las víctimas, comienzan a buscar las instancias en que la droga fue robada del hospital. Como no podía ser de otra forma, la fecha de los robos coincide con los días en que las víctimas murieron. Esta información da como resultado veintitrés sospechosos para que Holmes y el detective Bell ( Jon Michael Hill) interroguen.

La interrogación no les lleva a obtener demasiadas conclusiones, y pronto Holmes vuelve a experimentar esa sensación de frustración que le provoca el no haber avanzado en la resolución del caso. Tal vez algo interesante de esta semana es que el asesino serial es el que proporciona la cortina de humo para resolver el misterio del asesinato.
La culpa final recae sobre el conserje, sin embargo su crimen tampoco puede ser juzgado como terrible si pensamos que tan sólo lo hizo para poner fin a la agonía de pacientes terminales a excepción de un solo caso. Desde luego que lo que hizo está por fuera de la ley, pero no deja de ser comprensible dadas las circunstancias. Podríamos decir que el verdadero villano de este episodio fue el Dr. Balwin, quien sí tenía conocimiento de las actividades del Ángel, y en vez de detenerlo, decidió explotarlo. El historial de este cirujano ya está por demás manchado, en especial insistiendo que con sus procedimientos experimentales salvó muchas vidas.

En lo que respecta a Sherlock, esta semana fue poco y nada lo que aprendimos de él. Más bien, como mencioné al principio, todo el peso recayó sobre Joan Watson y su pasado. El mismo del que la semana pasada remarcaba que, al igual que Holmes, huía. Hay una parte consciente de Watson que está luchando para forzarse a olvidar su pasado de cirujana y convencerse a sí misma que puede seguir adelante. Sin embargo, mientras ella estaba en el hospital con su amiga, una pequeña chispa de entusiasmo se vislumbró en su rostro, cosa que la dejó pensando. Hacia el final del capítulo, vemos a Watson borrar todo recuerdo de su pasado cuando elimina las fotografías de su computadora. Me pregunto hasta qué punto se arrepiente de haber tomado la decisión de dejarlo todo de lado.
Creo que para Sherlock, el mayor enigma es tratar de descifrar a su nueva compañera. Y para ella, Sherlock también debe ser su mayor misterio. Ninguno de los dos dejará de tratar de resolverse el uno al otro. O al menos, no por el momento.
Lejos de ser emocionante, este episodio puso de manifiesto que Holmes y Watson se están convirtiendo en un dúo dinámico. Espero que en los próximos episodios podamos indagar aún más en la vida de Sherlock. Elementary vuelve el jueves con Flight Risk.







