Fantastic Four está llegando a los cines esta semana y ya ha despertado las primeras reacciones de la crítica, que sobre todo han venido a confirmar, de manera contundente, lo que muchos auguraban desde antes de su estreno: que la película es malísima y que un nuevo reboot de este legendario equipo de superhéroes de Marvel era una muy mala idea.
Al director de Fantastic Four tampoco le gustó la película

De acuerdo al consenso más o menos generalizado de la crítica, Fantastic Four ha logrado incluso algo que parecía imposible: es aún peor que la película de 2005.
En el sitio Rotten Tomatoes, que recoge críticas de varios sitios especializados y hace un promedio entre ellas, Fantastic Four tiene una calificación de 9% (la de 2005 tiene 27%).
El consenso en Rotten Tomatoes indica:
“Aburrida y desanimada, esta versión de Fantastic Four es un intento tristemente fallido de adaptar una serie de cómics clásica pero sin el humor, la frescura y las vívidas aventuras que la hicieron grandiosa”.
Pero aparentemente no sólo la crítica especializada consideró que la película era desastrosa, sino también su propio director, Josh Trank.
Así lo sugiere un tuit que Trank escribió en el día de ayer y, aunque lo borró inmediatamente, siempre hay alguien atento como para tomar una captura de pantalla:
“Hace un año yo tenía una versión fantástica de esto. Y ésta hubiera recibido maravillosas críticas. Probablemente nunca la vean. Esa es la realidad”.
Al decir que hace un año “su” versión era fantástica deja entrever dos cosas: 1) que a él tampoco le pareció para nada fantástica esta versión final y 2) que en el medio fue el estudio (20th Century Fox) el que se entrometió en el proceso creativo para hacer de Fantastic Four un desastre.
Los rumores durante el rodaje de la película hablan de que la conducta del director era muy “errática” y que esto causó preocupación entre los ejecutivos de Fox. Según algunos involucrados en la producción, el director Josh Trank trabajaba de manera aislada y no aportaba una clara dirección al resto del equipo, lo que hizo que Fox apelara a los productores Simon Kinberg y Hutch Parker para que tomaran el control creativo sobre el final de la producción, y éstos decidieron volver a filmar algunas escenas y cambiar algunas cosas.
Probablemente, después de estos rumores, ciertos o no, y de las quejas del director con la intromisión del estudio en su película, Trank vuelva a la dirección de proyectos independientes, donde sin dudas ha tenido mucho mejor suerte, como lo prueba la fantástica (ésta sí) Chronicle.
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