8 películas de Marvel que no debieron ser realizadas

Marvel casi ha alcanzado el pináculo del éxito gracias a sus más recientes adaptaciones fílmicas. No se puede discutir que muchas de ellas han logrado satisfacer tanto al público neófito como al ferviente conocedor (por no decir fanático). Sin embargo, también existen casos de películas que en lugar de significar un avance, significaron un retroceso y por lo tanto se llega a la conclusión de que, en realidad, tal vez hubiera sido mejor que nunca las realizaran.

A continuación, veremos 8 películas de Marvel que no debieron realizarse, ya que significaron el fin de sus (posibles) respectivas franquicias.

NOTA: En la lista no se incluirán aquellas películas que tal vez fueron menos exitosas pero han sobrevivido a sus respectivas franquicias, como ser Iron Man 3 (que continuó con Avengers y hay posibilidad de una cuarta entrega) o la serie de películas de Wolverine (que sigue en la saga de X-Men y sus respectivos spin-offs).

1. Howard the Duck (1986)

Fue el primer largometraje que adaptaba a un personaje de Marvel, una producción de los estudios Universal y Lucasfilm, pero, al presentar una película sobre un personaje paródico (y que ni siquiera es demasiado fiel a su fuente original), Marvel evitó por mucho tiempo hacerle la competencia a DC, quien para esta altura ya había realizado varias películas basadas en sus respectivos personajes (la primera saga de Superman, Swamp Thing, etc.) y habían marcado la tendencia.

Howard tenía buenos efectos, pero las actuaciones eran malas y la historia era tan simple que necesitaba de la comedia física y absurda para captar al espectador.

2. Generation X (1996)

Esta película fue la primera inversión de Stan Lee en la televisión live-action. Al ser un piloto fallido para una serie que jamás salió al aire, su producción tiene la calidad televisiva de esos años (la cual no era la mejor).

Como era un show que estaba pensado para un público adolescente se debía agregar el condimento humano al incluir relaciones personales dentro del grupo de jóvenes mutantes, pero las actuaciones eran tan pobres que el resultado fue sumamente decepcionante. Incluso Matt Frewer, un actor reconocido y muy versátil, terminó realizando una interpretación caricaturesca de un villano que le quitó fuerza al resultado.

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3. Nick Fury: Agent of S.H.I.E.L.D. (1998)

El mismo año que se estrenó la película Blade con Wesley Snipes, Fox realizó esta fallida película televisiva sobre el espía más importante y emblemático de Marvel. La trama está bastante alejada del cómic original pero emplea varios personajes de la editorial, lo que sugiere que el guión original quizás era bueno pero demasiado costoso, así que fue retocado para filmarla con bajo presupuesto, lo que nos dejó este triste resultado.

Se podía perdonar la precariedad de algunos efectos especiales, pero gran parte de la trama se centra en presentar a Fury, un personaje que fue destrozado por la “interpretación” de David Hasselhoff.

4. Blade: Trinity (2004)

Esta tercera entrega no era realmente necesaria, tanto la primera película (estrenada en 1998) como la segunda (del 2002) habían logrado adaptar fielmente el estilo argumental y la acción del personaje de Marvel, y tanto los fanáticos como el público que no conocía al personaje habían quedado conformes. La premisa para esta tercera entrega no es del todo mala, pero hay personajes secundarios que no cuadran bien con el ritmo que presenta Blade, quien queda como una parodia de sí mismo y su actuación no se siente creíble. No podemos echarle toda la culpa a Ryan Reynolds, pero bien podría haber dejado la comedia para sus series de TV.

5. Elektra (2005)

Es un spin-off innecesario de Daredevil (2003) una película considerada un fracaso de crítica y recaudación. El personaje de Elektra es muy complejo e interesante en el cómic, pero su presentación en Daredevil no fue tan memorable como la productora creyó. Además, el guión de este spin-off altera su origen y manipula su historia de manera que se vuelve una protagonista chata y sin gracia en una película sumamente esquemática, que se vuelve predecible rápidamente una vez que se han presentado los personajes principales. Si bien presentó grandes efectos especiales y personajes carismáticos, el resultado no fue más que una película olvidable.

6. Man-Thing (2005)

Una película de terror que poco o nada tiene que ver con el personaje de Marvel, más allá de usar su nombre en el título y presentarlo como un monstruo sin mente, casi uno de los antagonistas de la película, la cual entra en el género de monstruos como Creature of the Black Lagoon (1954) o Pumpkinhead (1988). El origen del monstruo es demasiado metafórico, volviéndolo una especie de entidad espiritual que está enfadada por cuestiones ecológicas. La película falla no solo como adaptación, sino también como película en sí misma, la trama está llena de huecos argumentales y las escenas de asesinatos o acción no cubren lo aburrida y predecible que se vuelve.

7. Ghost Rider: Spirit of Vengeance (2012)

Esta película funciona tanto como secuela de la película Ghost Rider (2007) así también como un pseudo reboot donde se intenta reivindicar a un personaje de cómics emblemático que no tuvo demasiada suerte con su primera aparición cinematográfica.

Si bien la estética del personaje mejoró con esta entrega (tanto a nivel visual como en la violencia que caracteriza al protagonista), lo cierto es que la suma de un guión no demasiado elaborado, las sobreactuaciones de la mayoría del reparto, y el uso de un sentido del humor extraño y violento que caracteriza a los directores (responsables de las películas de Crank) no lograron salvar al proyecto del fracaso.

8. The Amazing Spider-Man 2: Rise of Electro (2014)

Aunque la película anterior tuvo bastante éxito y en esencia el reboot se consideraba una mejoría después del fracaso de Spider-Man 3 (2007), de Sam Raimi. Esta película cometió exactamente los mismos errores que destruyeron la anterior franquicia: agregaron demasiados villanos a la fórmula y ninguno cuajó bien; la trama es ridícula y está plagada de inconsistencias y diálogos innecesarios; tiene escenas de humor pensado para los más jóvenes pero hacen que el espectador torne la mirada y sienta vergüenza ajena; y principalmente es que el tráiler prometió más de lo que la película pudo ofrecer en cuanto acción. El público se sintió estafado.

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