La serie Batman de los 60 nos mostró un lado de Batman que aún no se volvió a ver: un superhéroe ridículo y repleto de fallas, con un toque de hilarante y colores vivaces que posiblemente le alegren el día a más de un seriéfilo allí afuera.
7 simples detalles que hicieron de Batman del 66 una serie inolvidable


Hagamos un repaso de este clásico y veamos estos detalles inolvidables de Batman del 66 que quedarán para siempre grabados en nuestro corazón.
7. La anticipación
Ver un episodio de la Batman de los 60 es una aventura diferente a lo que estamos acostumbrados. ¿Cuántas series actuales, tras cerrar con un cliffhanger, tendrán un narrador que nos diga que nos espera mañana al mismo bati-tiempo y bati-canal? Esto anticipa e identifica.
6. La revitalización del cómic
Una de las cosas más curiosas del show es cómo revivió personajes de los cómics, particularmente villanos. Gatúbela ( Julie Newmar) no había aparecido en los volúmenes desde hacía diez años, y el Acertijo ( Frank Gorshin) era un villano esporádico. La serie los puso en el ojo público.
5. Lo clase B de todo
En su momento, la serie fue muy galardonada y altamente costosa. Esto no lo notarían hoy, con sets superbaratos y, si quieren detalles, cosas como el maquillaje blanco de Cesar Romero cubriéndole pésimamente el bigote al actor (que no quería afeitarse para el rol).
4. Las trampas icónicas
Aunque todo era clase B, no se puede negar que se esforzaban cada semana por hacer trampas cada vez más ingeniosas, extravagantes, y dignas de James Bond. Nada grita más “¡éxito!” que poner a una máquina que hace hoyos de papel a aplastar a Batman ( Adam West).
3. Lenguaje fiel al cómic
Aparte de revitalizar a sus personajes, la serie realmente quería asemejarse a los cómics (de ese momento). Es gracias a esto que tenemos al narrador, las onomatopeyas coloridas, colores básicos e imprimibles, tramas ridículas, y vestuario descontrolado. Es una traducción de lo más fiel.
2. Lo dedicadas de las actuaciones
Considerando que ninguno de los actores era realmente fanático de los cómics y la mayoría participaba porque estaba bajo contrato con la señal o trabajaba en el estudio conjunto, todos estaban comprometidos en su papel, incluso si éste les pedía “surfear” usando un traje de baño sobre el traje.
1. Producto de su época
Hoy vemos a la serie ridícula o altamente citable (“¡Santos cambios, Batman!”), pero lo que la hace inolvidable es que, inevitablemente, era una serie de los 60. En esa misma época, en The Man From U.N.C.L.E. Napoleón Solo ( Robert Vaughn) bailaba con gorilas y los Monkees vencían magos que querían conquistar al mundo a través del televisor. Eran tiempos raros.









