Se dice que hay películas de acción que son más forma que fondo. Y es lo normal. No hay que darle demasiadas vueltas al tema. Es así y punto. Sin embargo, a veces, el público agradece un poco más de esfuerzo en la producción de los guiones, que en la manufactura de los efectos especiales que, a la postre, eclipsan y arropan al nulo contenido. Una combinación perfecta de los dos factores sería lo ideal.
10 películas de acción que son más que explosiones y coches

Pero la realidad es otra: la pirotecnia vende y le paga las cuentas a la industria. ¿Algún día el público se saturará de esto? No lo sabemos. Mientras tanto, aprovechamos el apogeo de los fuegos de artificio para revisar algunos títulos, donde el humo y la candela pasan a un segundo plano, en pro de los argumentos y las historias del género. ¿Estas películas de acción son meras excepciones a la regla? Saquen ustedes sus propias conclusiones:
1. The Matrix
El highlight de los Wachowsky. Hasta ahora, no la superan. La revolución de todas las técnicas de la meca. Tratan de fotocopiarla, con resultados infructuosos. The Matrix es única por la solidez de su libreto. Un tratado filosófico, un manifiesto político de ciberguerrilla, un desmontaje de los simulacros y las simulaciones de la sociedad del espectáculo. Densa y hermética, además de visionaria en la esfera de la ciencia ficción.
2. Arma Mortal
Buddy movie por excelencia. La química entre Mel Gibson y Danny Glover le aporta un toque adicional a la fórmula habitual de Hollywood, sobre el cine de policías, detectives y ladrones. Intensa, divertida, alocada, con sentido del humor. Esta debería ser la tendencia de los largometrajes del futuro.
3. Face/Off
Un maestro en la dirección: John Woo. Dos antihéroes en el pico de sus respectivas trayectorias: Travolta y Cage. Juntos conforman un tridente galáctico para anotar el golazo de taquilla y crítica de Face Off. Irónica por su cambio de roles. Melancólica por su final agridulce. Clásico automático.
4. Batman: The Dark Knight
Obra cumbre de actuación de Heath Legder. Una especie de Ciudadano Kane hecha por Christopher Nolan. Imbatible. La número uno en la larga y extensa corriente de la escuela de superhéroes. El Joker se presenta como la verdadera estrella y le roba el show a Batman en cada escena. Oscar merecido al mejor secundario. Un villano terrorista con un plan macabro. Bombita de tiempo que le habla al mundo post once de septiembre. Y el cierre estaba lejos de calmar o tranquilizar a nadie. Filme macabro y luminoso.
5. Duro de Matar
La consagración de Bruce Willis en la pantalla grande, de la mano de un capo, de un genio, de un realizador clave de la historia: John McTiernan. Solo contra unos villanos de armas tomar, el protagonista se las arregla para cumplir con su misión de salvamento, a través de diálogos cargados de dinamita, gracia y pragmatismo. El plot compensa el estruendo de los estallidos y las amenazas de autodestrucción.
6. Jurassic Park
Antes y después de ella. De nuevo, se comparten infinidad de discursos de contrabando, bajo la aparente normalidad de un parque temático de atracciones jurásicas. Con comentarios implícitos, directos o indirectos a Disney. Cuestiona el delirio mesiánico del hombre de querer equiparse a Dios. Le dispara dardos envenenados al ascenso de los experimentos en boga con la clonación. Además, emociona, conmueve, intimida y asusta. Una maravilla del séptimo arte.
7. Avatar
A James Cameron no lo podemos excluir y menos ignorar su récord en taquilla. Cualquiera de sus trabajos merece figurar en esta lista. Preferimos quedarnos con el último de ellos, por un motivo simple: al margen de sus comparaciones con Pocahontas y Danza con Lobos, Avatar es una experiencia audiovisual difícil de borrar de nuestra memoria. En parte, se lo debemos a su mensaje, un tanto ecologista, un poco n ew age, pero válido como defensa de las alteridades y diversidades del universo, del planeta.
8. Punto de Quiebra
Ejecutada por la exesposa de Cameron. Al ver Punto de Quiebra, entendemos que Kathryn Bigelow no tiene límites, que opacaría a su anterior pareja y que levantaría el Oscar. Sin defraudarnos. Si no has admirado esta pedazo de joya, es hora de actualizarse. Por allí viene en camino un remake. Siempre apostaremos por la esencia original. Viaje a lo profundo de los deportes extremos, de la amistad, de la redención y el sacrificio. Con un reparto que da miedo. Calificación máxima.
9. El Fugitivo
Harrison Ford es un falso culpable. Lo acusan por un crimen que no comete. Le toca demostrar su inocencia, siendo acosado y perseguido por el señor de la cara de piedra, Tommy Lee Jones, quien recibe la estatuilla dorada por su magnífica intervención en la cinta. Un duelo de dos maestros de la actuación. De vez en cuando, la academia reivindica a la acción. El Fugitivo es un buen ejemplo.
10. Robocop
Distopía apocalíptica y demencial del holandés, Paul Verhoeven, con Peter Weller en el papel de su vida. Película física, corpórea, dinámica, posmoderna, mutante. Aparte, un resumen del nihilismo y el escepticismo del director de la pieza ante el caótico estado de las cosas, a merced de la corrupción, la codicia, la explotación, la inseguridad, el descontrol corporativo y la pesadilla de la represión electrónica. Eso sí, olviden su versión del 2014.
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