Ravioles de ricota para celíacos

Uno va al súper y debe tardar horas revisando los componentes de cada producto. Sale a comer, y no le queda más que atiborrar a los mozos y el cocinero de indicaciones. Y comer al paso en algún restaurante de comidas rápidas es una aventura descartada.  Para los celíacos consumir no es cosa fácil, y aunque las cosas han mejorado tanto en el diagnóstico de la enfermedad, como en la oferta de productos adaptados a sus necesidades, cumplir una dieta con nada de trigo, avena, centeno o cebada, a veces se torna en una gran aventura.

Los celíacos están obligados a seguir una dieta sin gluten, una dieta sin trigo, avena, cebada o centeno (o TACC, como se lo reconoce habitualmente), así como cualquiera de sus derivados. Esa intolerancia al gluten, implica que este último ataca las vellosidades del intestino, por donde se absorben los nutrientes. Cuando se come gluten esas vellosidades desaparecen y no se puede lograr una absorción normal de los alimentos.

Siguiendo una dieta con todas esas privaciones el celíaco puede seguir una vida totalmente normal, pero adecuarse a tantas privaciones, en un mundo donde el gluten abunda, es complejo. Para lograrlo uno debe saber qué es lo que está consumiendo y buscar nuevas alternativas.

La siguiente receta, para aquellos que por celíacos extrañan la buena pasta, es una muy buena opción de cumplir con la dieta y a la vez cumplir con los antojos: ravioles de ricota para celíacos.

Ravioles de ricota para celíacos

Ingredientes:

1 taza de harina Sin T.A.C.C.,
½ taza de leche en polvo,
1 cdita. de sal,
agua hirviendo, cantidad necesaria.  

Preparación:

Tamizar la harina Sin T.A.C.C. con la leche en polvo y la sal, y añadir agua hirviendo hasta formar un bollo. Volcar en la mesada y amasar, incorporando un poco de harina hasta obtener una masa elástica y lisa. Una vez fría la masa, estirarla bien finita y rellenar.

Relleno: Rellenar con ricota condimentada con sal, pimienta, nuez moscada y queso rallado. Estirar la masa bien fina y marcar, sin cortar, con la ruleta corta ravioles. Pintar con yema batida toda la masa. Dentro de las marcas colocar trocitos de relleno y tapar. Cortar presionando bien los bordes.

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