Ahora que ya no les tenemos miedo a los aditivos alimentarios (y si aun les tienen miedo lean “ Los Aditivos Alimentarios”) podemos profundizar un poco más sobre que variedades de los mismos hay.Existen cuatro tipos fundamentales de aditivos: los antioxidantes, los conservantes, los potenciadores de sabor y los correctores de acidez.
Los aditivos alimentarios fundamentales

Y entiéndase que hablamos de cuatro tipos, pero cuatro principales. O sea, no es que hay cuatro nada más... la lista sigue: están los edulcorantes, los espesantes, estabilizantes, emulgentes, gelificantes, antiapelmazantes, ya más, mucho más.
Los antioxidantes, son utilizados para retrasar la oxidación que se produce en los alimentos por agentes como la luz, el aire o el calor. Unos de los más utilizados para estos fines es el ácido ascórbico (E-300), más conocido como vitamina C.
Los conservantes, como lo dice su nombre, ayudan a la conservación de los alimentos. Los conservantes evitan que aparezca el moho en los alimentos, se genere putrefacción o fermentación. Todo ello porque disminuyen la profileración de los microorganismos que justamente generan tales fenómenos. Este es el caso del ácido sórbico (E-200).
Los potenciadores de sabor, son frecuentemente utilizados en los platos cocinados. El más conocido entre este grupo es el glutamato sódico (E-621), una sustancia presente de forma natural en muchos alimentos vegetales y animales.
Por último están los correctores de acidez, los cuales no hay que ser muy astuto para darse cuenta cual es su objetivo: limitar o añadir acidez (según sea que sobre o falte). El más usado es el ácido cítrico (E-330).
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