La ceremonia del té: un momento de encuentro para Japón

Quienes alguna vez vimos una serie o película japonesa, seguramente nos cruzamos con una ceremonia del té. Esta intrigante costumbre es mucho más que solamente un protocolo sin sentido, sino que tiene un significado cultural muy grande que todavía hoy se mantiene. Los japoneses creen que la perfección no se alcanza nunca cuando se trata del té, pero intentan acercarse a ella con cada ocasión en que preparan esta bebida.

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Si viajamos un poco hacia el pasado, sabremos que la ceremonia comenzó realmente en China, pero si hoy todavía sigue viva es gracias a Japón. Fueron ellos quienes la perfeccionaron, creando una disciplina que requiere práctica, enseñanzas y mucha paciencia.

«Sado» o «Chado» y la espiritualidad que esconde

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No se trata simplemente sobre tomar la bebida, sino de despertar todos nuestros sentidos, una idea influenciada por el budismo zen. Dada la dificultad, una persona puede estar toda su vida aprendiendo de este arte. Chado significa «el camino del té», justamente basado en la idea de que es un trayecto más que un punto de llegada.

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Hay varios utensilios importantes, como el bowl donde se sirve el té, una cuchara larga, y el natsume donde se guarda el té verde. El anfitrión los limpia primero y los coloca en una posición especial, que puede cambiar de acuerdo al maestro que tuvieron o la escuela a la que adhieren.

¿Cómo sigue la ceremonia?

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En un comienzo el anfitrión sirve un bowl y lo pasa al primer invitado, que lo rota para luego probarlo. Recién en la segunda ronda la ceremonia se distiende y cada invitado tiene su propio bowl con té un poco más fino, y también un pequeño snack liviano, que se consume antes del té.

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Generalmente el anfitrión da espacio para que los invitados admiren sus utensilios, a veces tan antiguos que han pasado por varias generaciones. La idea fundamental es que ninguna ceremonia se parece a la anterior, porque cada momento es único. Es decir, cada ocasión es diferencia, incluso si somos los mismos quienes asistimos. El anfitrión intentará que siempre sea una nueva experiencia.

Si algún día tienes la oportunidad de viajar a Japón, la ceremonia del té es una de las actividades recomendadas. En varios sitios se ofrece la experiencia para los visitantes, desde las más elaboradas hasta las más cortas, con el simple objetivo de probar el té matcha. En algunas comunidades japonesas en países del mundo también se mantiene la costumbre, así que si puedes verla, es algo que realmente vale la pena por los detalles.

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