Acelga: ¡que amiga!

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¡Una amiga genial la acelga! De origen mediterráneo, esta planta de hojas verdes se desborda en beneficios para el organismo. Tiene escaso valor calórico, alto contenido en agua y alto contenido en fibras. Por tanto, es una verdura diurética, ideal para regímenes de adelgazamiento. La fibra es esencial regulando el tránsito intestinal.

Si bien su contenido de hidratos de carbono y proteínas es bajo, la acelga posee importantes cantidades de vitaminas y minerales. Son sumamente ricas en potasio, un mineral esencial para eliminar las toxinas (gracias a su efecto sobre la función renal) y además, fundamental para el sistema nervioso y el cardiovascular.

Cuando más verde es la hoja, más cantidad de vitaminas poseen las acelgas. Después de las espinacas, es la verdura más rica en calcio, aunque tampoco se puede obviar la gran cantidad de magnesio que almacena. Asimismo, este alimento es rico en vitamina C, aunque sus cantidades disminuyen mucho con la cocción.

El color y el tamaño de las hojas determinan los diversos tipos de acelgas que podemos encontrar en el mercado. Las Ruby Chard y las Rainbow Chard tienen las pencas rojizas y gruesas, mientras que las variedades Silver Chard o Seakale Beet disponen de hojas muy verdes y arrugadas y pencas más blancas. Consumo y cocina

Podemos distinguir dos partes en las acelgas: la parte verde o sea la hoja fina, y la parte blanca, las pencas más duras. Para cocerlas, lo mejor es separar ambas partes, ya que requieren distintos tipos de cocción.

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Como la vitamina C desaparece en grandes cantidades tras la cocción, es recomendable no comer acelga cocida solamente, e incorporarla cruda  en ensaladas, siempre que sea una planta joven porque las hojas viejas dan un toque amargo.

El sabor de la acelga es ligeramente más suave que el de la espinaca. Normalmente se la come hervida, al vapor, rehogada con ajo o aliñada con aceite de oliva, vinagretas o mayonesa. Además, cuando la nervadura de la acelga es muy grande, la penca se puede utilizar para rebozar o rellena (como en la receta de acelga rellena de carne que vimos hoy).
También son un ingrediente perfecto para sopas, cremas y purés de verdura.

En el mercado

Las acelgas es mejor consumirlas en el menor tiempo posible. En la nevera se conserva un par de días, pero para disfrutar de todas sus propiedades, lo mejor es saborearla en el mismo día que se ha comprado en el mercado. Si se quieren congelar, debemos escaldarlas previamente durante dos minutos en agua hirviendo.

Cuando escojamos la verdura en la tienda siempre optemos por acelgas de hojas verdes y tersas, sin manchas, con pencas duras y blancas. Las arrugas de las hojas indican que la acelga está a punto de florecer o que ya lo ha hecho, por lo que sus pencas pueden dejar un regusto amargo en el plato.

Aunque podemos disfrutar de la acelga durante todo el año, la mejor temporada para su consumo es entre verano y otoño.

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