Durante varias décadas, se desconoció sobre el paradero de este deportivo, hasta que volvió a la luz pública en 2018 para el 50 aniversario del popular filme. Su nuevo dueño, hasta ahora en el anonimato, ganó la puja tras ofrecer $3.74 millones, convirtiéndose de esta manera en el Mustang más valioso de todos los tiempos.