Para bien o para mal
Uber sufrió importantes transformaciones a los ojos del público durante el año que termina. En enero de 2016 percibíamos a Uber como pionero y gigante del fenómeno del transporte privado compartido, pero a finales de diciembre Uber es visto también como un gigante tecnológico capaz de rugirle a Google en su propia cueva. Pero no sólo eso, Uber dependiendo de quien y como lo vea puede ser un empleador despiadado, guardián de los derechos civiles o un innovador rebelde. Lo que si es para todos hoy es una amenaza al
status quo. Así fue su 2016.