Niños y ancianos
Por más obvio que parezca nunca debemos dejar un ser viviente dentro de un automóvil sin calefacción durante el invierno, por más abrigadas que puedan estar. La hipotermia no es asunto de juego. Las temperaturas extremas pueden dañar a cualquier ser viviente, que va desde confusión y movimientos letárgicos hasta fallas sistemáticas que pueden causar la muerte. Los niños y los ancianos son especialmente susceptibles ya que a sus organismos les cuesta más trabajo y energía regular sus temperaturas internas. Crédito: Shutterstock
Medicinas
Según The New York Times las compañías farmacéuticas garantizan la efectividad de sus medicinas cuando estas son almacenadas a temperaturas de entre 58 a 77 grados Fahrenheit, pero según declaró a ese medio la profesora de farmacéutica de la Universidad de Washington, Skye McKennon entre los 58 y los 86 grados Fahrenheit la mayoría de las medicinas deberían funcionar bien.
Fuera de esos parámetros la efectividad de las medicinas puede afectarse, perdiendo su efectividad o incluso convirtiéndose en agentes perjudiciales para la salud.
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Bebidas carbonadas enlatadas y alimentos enlatados
Como seguramente ya sabes el agua se extiende cuando se congela. Esta es una característica que hay que tomar en cuenta cuando estamos hablando de líquidos carbonados enlatados como los refrescos gaseosos e incluso la cerveza. El líquido congelado no hace en sí mismo que la lata explote, pero si reduce el espacio disponible para que el dióxido de carbono, el cual abandona al líquido cuando este se congela. Esta circunstancia puede causar rupturas a las latas y en el peor de los casos hasta una explosión de las mismas, que puede dañar parte del interior del auto y peor aún herir a los ocupantes del vehículo.
En el caso de los alimentos enlatados la situación es menos dramática, pero no menos peligrosa al menos potencialmente. En el mejor de los casos podrán ensuciar tu vehículo, pero las latas se pueden oxidar y contaminar los alimentos. Es recomendable desechar cualquier enlatado que haya quedado mucho tiempo dentro de un automóvil expuesto al frio de invierno.
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Instrumentos musicales de madera
Obviamente, quien posea un violín Stradivarius de 15 millones de dólares sabe perfectamente que no deberá exponerlo nunca a temperaturas extremadamente frías, ni calientes. Pero quizás no sepas que tu querida guitarra con la que entretienes a tus amigos durante fogatas playeras a la luz de la luna de verano, no sonará igual después de un par de noches gélidas dentro de tu carro. La madera que compone su caja de resonancia se contraerá y se agrietará muchas veces de manera irreparable arruinando la acústica del instrumento. Crédito: Shutterstock
Teléfonos celulares
Los componentes y los circuitos de los smartphones de hoy en día no deberían sufrir daños significativos a temperaturas gélidas. Sin embargo, las baterías de iones de litio que utilizan son sumamente susceptibles a daños a bajas temperaturas. Es por este motivo que los fabricantes recomiendan no operar los teléfonos a temperaturas menores a los 32 grados Fahrenheit (0 grados centígrados) y no exponerlos a temperaturas menores a los -4 grados Fahrenheit (-20 grados centígrados).
Las baterías de iones de litio pueden dejar de funcionar a temperaturas gélidas, pero como los animales que invernan pueden despertarse. Sin embargo, cada vez que esto ocurre su capacidad se verá mermada considerablemente. Crédito: Shutterstock
Fluidos a medio llenar
Aceite de motor, fluidos de transmisión, anticongelante, dirección y frenos y hasta la gasolina deben estar llenos al tope permitido. Cuando existan, hay que sustituir el fluido por una fórmula especial para el invierno, como en el caso del aceite del motor y del fluido de limpia parabrisas.
En el caso de la gasolina hay que evitar circular con un tanque casi vacío. De hecho, lo mejor es nunca dejar que el nivel baje de medio tanque, así se evita que se forme condensación dentro del tanque de gasolina la cual al congelarse puede causar tapones de hielo en las mangueras para el combustible previniendo que el vehículo encienda. Crédito: Shutterstock