TUCSON, Arizona. – Los trastornos mentales que sufren los estudiantes en las escuelas se han convertido en una crisis oculta a la que se enfrentan los padres, primero para identificar la situación y luego para encontrar la ayuda adecuada para sus hijos.
La bipolaridad de su hija pone en evidencia la crisis oculta de los problemas mentales en las escuelas de Arizona
Una madre relata lo que ha sido su vida desde que su hija de 13 años fue diagnosticada con una enfermedad mental. Lo más difícil ha sido encontrar la ayuda adecuada para su hija porque este trastorno, como otros problemas mentales, no son fáciles de identificar.

María Pérez, la madre de una joven diagnosticada con trastorno bipolar, relató cómo ha sido su vida desde que su hija comenzó a presentar cambios en su comportamiento.
“Enojarse al grado de tomar un cuchillo, amenazarse, amenazarme a mí, a su papá, son cosas que jamás había visto en ella, y se fueron fuera de control totalmente”, dijo Pérez.
Hace un año esta madre comenzó a observar un cambio drástico en el comportamiento de Cheryl, su hija de 13 años.
“Fue más violento, muy calcado, de repente se enojaba sin control, se enojaba de golpear las paredes con su mano, algo más extremo, muy notable”, contó la madre.
Los episodios violentos llegaron al punto de tener que llamar a las autoridades y hospitalizarla, fue en ese momento cuando los doctores, después de realizar los exámenes, diagnosticaron que la menor padecía del trastorno bipolar.
La psicóloga Marta Muñoz explicó que este trastorno es una enfermedad maniaco depresiva en la cual la persona presenta cambios de comportamiento o de humor repentinos.
“Puede amanecer muy feliz y luego estar profundamente triste eso se llamada maniaco depresivo, ahora se le cambio [el nombre] a bipolaridad porque va a de polo a polo”, profundizó Muñoz.
Cheryl expresó que no siente nada cuando entra en una crisis. “Se me olvida todo lo que pasa. No sé por qué lo hice”, mencionó la menor.
Este comportamiento que para algunas personas inicia en la adolescencia cuando cambian su forma de ser y es cuando la familia identifica el comportamiento, en esos momentos los especialistas recomiendan consultar con un especialista.
“Adolescentes que son extremadamente irritables, se pueden excitar de manera espontánea, ataques de rabia de enojo, sin previa provocación”, comentó el siquiatra Saúl Perea.
Este trastorno es diferente a los altibajos normales de los niños que pueden tener momentos de emociones, enojos, rabietas o berrinches. El trastorno bipolar es una enfermedad que puede ser peligrosa porque algunos jóvenes han llegado a intentar quitarse la vida.
“El suicidio está a la mano, ella lo ha intentado cuatro veces ya”, dijo Pérez.
Cheryl admitió que lo ha hecho en sus momentos de crisis. “Me he tomado pastillas de más, me he cortado los brazos”, contó la adolescente.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental, los niños y adolescentes que sufren un episodios maniaco depresivos pueden sentirse muy felices o muy tristes, ponerse de mal genio de repente, hablar rápido de cosas distintas y tener problemas para dormir, pero no sentirse cansados.
“El adolescente se mete en problemas de abuso de sustancias, de drogas, promiscuidad, sexo con muchas parejas. Comportamientos que son riesgosos, eso es la parte de la bipolaridad", explicó el siquiatra Perea.
Las causas del trastorno bipolar no siempre son claras, pero el trauma ha marcado la vida de Cheryl desde muy pequeña.
“ Mi niña fue víctima de abuso sexual a los 4 años, a raíz de eso el Departamento de Child Services dijo que tenía que estar en terapia, de los 4 a los 11 años estuvo estable, pero a los 11 años y medio decidió vivir con su papá y no estuvo en terapia. Se fue a la calle con gente mala influencia. A los 11 años fue su primera prueba de embarazo”, relató Pérez.
Para esta madre lo más difícil ha sido encontrar la ayuda adecuada para su hija porque este trastorno, como otros problemas mentales, no son fáciles de identificar.
“Quizás a un niño cuando le falta una pierna se dan cuenta que camina chueco porque le falta una pierna, pero en estos niños su problema está dentro de cerebro y no se mira”, mencionó la madre.
En el caso de Cheryl el doctor Perea describió que existe “ cierta tendencia genética, ya lo traes en tus genes, se puede desarrollar o no durante el trascurso de tu vida, como el cáncer, la alta presión, el asma, la diabetes, y [puede] pasar algo en tu vida que hace que ese gen se desarrolle”.
A pesar de sufrir agresiones por parte de su hija en los episodios de crisis Pérez dijo que no se rinde en la busqueda de ayuda.
“Es tratar de irla entendiendo que lo que hace no es intencional, no quiere hacernos daño, es un balance químico en su cerebro y pues esto afecto a toda la familia, los hermanos se alejaron de ella, era la agresiva de la casa”, sostuvo Pérez.
La madre afirma que la situación de su hija es “grave” porque no solo expone su vida sino la de los demás, incluso en la escuela. Algo que dice, el Distrito Escolar no ha tomado en cuenta porque en la mayoría de los casos no están preparados para enfrentar los problemas mentales de los adolescentes, simplemente los hacen a un lado.
“Me tratan como si soy una niña normal que se enoja o lo que sea”, comentó Cheryl.
Su madre explicó que debido a esta condición no puede socializar afuera con sus compañeros porque se enoja muy fácil y no puede controlarlo.
Cuando la inscribió en la escuela les informó de la condición de salud de su hija.
“ Les explique la situación, les entregué documentos sobre el peligro que es que ella agarre un cuchillo, ellos me dijeron que iba a estar bien”, recordó.
Sin embargo, dijo que no han hecho lo suficiente porque no se siente segura cuando la deja en la escuela.
Pasaron unas semanas cuando tuvo rabietas y empezó a recibir castigos y fue suspendida.
Ella acudió con las autoridades escolares para preguntarles si no estaban preparados para lidiar con este tipo de situaciones. “Me dijeron que no tiene ese tipo de entrenamiento y no están preparados para una situación así”, aseguró Pérez.
Univisión Arizona contactó el Distrito Escolar Dysart en Phoenix, la institución educativa no se refirió al caso específico de Cheryl, vía correo electrónico indicaron que tienen un procedimiento de identificación de las necesidades de cada estudiante y una evaluación para crear un plan de acción.
Un plan que no está funcionando para Cheryl porque según esta madre y de acuerdo con la sicóloga Muñoz no es extraño porque una enfermedad mental es diferente a un problema de aprendizaje.
“Realmente debe haber una mayor preparación con los maestros para que puedan detectar algunos síntomas específicos y puedan ayudar al niño o a la niña que está pasando por esta situación”, enfatizó la sicóloga.
Cheryl fue arrestada en su hogar bajo cinco cargos
El pasado 25 de enero Cheryl tuvo una crisis que obligó a la escuela a llamar a la policía. El reporte policial señala que la menor golpeó a dos estudiantes lo que le generó cinco cargos, dos por asalto, dos por conducta desordenada y uno por interferencia en una institución educativa.
El arresto ocurrió en su hogar cuando estaba sola con su hermana.
“Entró la policía y me sacó, mi hermana les abrió la puerta sin estar nadie allí, yo estaba bien dormida, no más llegaron y me arrestaron”, contó la joven afectada.
La hermana le comunicó a la madre lo que estaba sucediendo y ella no pudo hacer nada para impedirlo.
Para la sicóloga este es solo un caso de muchos que hay en la comunidad, se refirió a los casos de jóvenes que mueren a manos de la policía o que cometen actos de odio porque su enfermedad no ha sido diagnosticada y no les prestan la atención adecuada.
Estudiantes con problemas que no son tratados
Existe una crisis oculta de la que pocos hablan y se trata de los problemas mentales de los estudiantes para los que las instituciones educativas no están preparadas, algunos estudiantes no han sido diagnosticados o tratados.
El tiroteo en Florida que dejó 17 personas muertas perpetrado por Nikolas Cruz, un joven de 19 años con problemas de conducta que había sido expulsado de la escuela, evidenció una situación que viven distritos escolares del país que no ofrecen la ayuda adecuada para este tipo de personas.
Además de poner bajo la lupa la discusión sobre el control de armas, también trajo a la mesa la importancia de la salud mental.
Según el doctor Perea, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades señala que la mitad de los menores entre 13 y 17 años presentan algún síntoma de trastorno mental, pero la mayoría no son diagnosticados.
“Unos 15 millones de adolescentes entre las edades de 13 y 17 tienen una enfermedad mental diagnosticable pero no más el 20% recibe ayuda”, aseguró Perea.
De acuerdo con el doctor, lo peor es que en las escuelas no hay ayuda para estos jóvenes
“No hay suficientes trabajadores de la salud mental en las escuelas, en si no hay una estandarización en cuanto a que el gobierno diga esto debe hacerse en cuanto la salud mental”, profundizó el siquiatra.
Profesionales de salud mental en escuelas de Arizona
Arizona es un estado donde cada distrito es independiente en la decisión de cómo utilizar los fondos asignados.
“Quisiera decir que todas las escuelas tienen un profesional de la salud mental y comportamiento. Arizona es un estado donde el control es local, es decir, no podemos decirles a los distritos como usar o invertir los recursos, algunas escuelas tienen trabajadores sociales, y la mayoría me atrevería a decir tiene sicólogos o al menos un administrador que entiendan los recursos disponibles en la comunidad para esos estudiantes”, dijo Mike Mannelly, Superintendente Asociado del Departamento de Educación de Arizona.
La Asociación Nacional de Sicólogos Escolares indica que el promedio es de un profesional de esta rama por cada 1,400 estudiantes.
Los especilistas resaltaron que aunque los recursos son limitados en las escuelas, las familias deben saber que hay recursos en cada comunidad para ayudarlos con este tipo de enfermedades.
“Para referirlos el proceso [de las escuelas] es largo, si las escuela ha tratado de implementar los recursos de su parte y no han visto que el niño o niña tenga un movimiento positivo, que se observe un cambio, lo que hacen es que nos llaman y el padre hace una cita”, comentó Karla Rodríguez, Southwest Behavioral & Health Services.
Recursos disponibles en la comunidad
Con información de Daniela Zavala








