En el siglo XXI, con diferentes opciones para movernos a través del mundo, el avión continúa siendo uno de los medios de transporte más demandados mientras que el barco se impone en rutas marítimas que pretenden revivir odiseas de ultramar de siglos pasados. Sin embargo, a la hora de valorar la comodidad, el precio o la funcionalidad nos preguntamos si es mejor viajar en avión o viajar en barco.
Volando voy
El sueño de surcar los cielos es relativamente joven en comparación a otros, si bien el avión se ha consolidado como el medio de transporte más seguro y usado del mundo, en concreto por 3 billones de pasajeros anuales. El logro de sustituir semanas de travesía entre dos continentes por unas cuantas horas es un logro que explota en pleno siglo XXI gracias a precios competentes que, en ocasiones, podemos encontrar fácilmente.
Sumado a la rapidez y los precios, el avión está también considerado como el medio de transporte más seguro para viajar del mundo. La falta de obstrucciones aéreas o la facilidad para aterrizar en aeropuertos de emergencia ayudan a un medio de transporte en el que la posibilidad de muerte esta fijada en una posibilidad entre cinco mil. Además, las aerolíneas aprenden constantemente de los errores cometidos con anterioridad y que han provocado uno u otro accidente, por lo que sus políticas de seguridad evolucionan cada año a grandes pasos.
Como desventajas, los viajes en avión arruinan cualquier posibilidad de placer viajero. Lo tomamos expresamente como un medio para llegar a un destino pero no para descubrir el camino, algo obvio por otra parte cuando lo estrictamente primordial es alcanzar ese lugar en el que maravillarnos con sus recursos turísticos. Sin embargo, en este apartado, el barco gana.
Respecto a los efectos secundarios de volar encontramos el clásico jet lag, problemas de oídos o dolores de cabeza durante largos vuelos.
Mar adentro
El barco ya no es un medio de transporte exclusivo, pero sí necesario para visitar ciertos destinos. No podemos comparar su funcionalidad a la hora de visitar ciertos lugares con la del avión, pues en destinos como las Islas Cícladas, las marismas de la india Kerala o el archipiélago balear el barco suple a la perfección su papel de soporte desde el que contemplar el mundo. Ahí es donde reside su mayor ventaja.
Además, si bien los aviones nos proveen de servicios de catering, el barco puede permitirse ir un paso más allá gracias a la fiebre de los cruceros mediante los que el turismo traslada todas las ventajas de un hotel todo incluido a un soporte en alta mar que, además, nos permite descender en el puerto más cercano para maravillarnos con nuevos enclaves. Otro punto positivo para el barco.
En lo que respecta a seguridad, el barco se sitúa a la par del avión sin alcanzarlo, pues tal y como demuestran las estadísticas (por ej., en 2009, fueron 61 los fallecidos a bordo de un barco frente a los 21 aviones que volaban), todo ello, claro está, sin contar accidentes aéreos como el de Turkish Airlines en 2007 o el del crucero Costa Concordia en 2012, los cuales hacen aumentar considerablemente las cifras anuales. Sin embargo, la seguridad del barco depende de un trayecto completo mientras que el avión suele estar sujeto simplemente a un aterrizaje y despegue primordiales.
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Por último, los precios de los pasajes en barcos sueles estar sujetos a menos cambios y elevarse considerablemente en según qué temporadas y destinos mientras que los aviones, los cuales también obedecen a tal tendencia, ofrecen mayores opciones en precios, compañías y combinaciones.
Saber si es mejor viajar en avión o en barco se podría resumir perfectamente con estas palabras: llega en avión pero viaja en barco. Y es que estos dos medios de transporte, si bien compiten en seguridad y precios, ofrecen posibilidades totalmente distintas que nos benefician en numerosos aspectos. Lo único que necesitamos es saber combinarlos, descubrir que medio se adapta mejor a nuestras necesidades según el tipo de viaje y, ante todo, olvidar los fatalismos que suelen acompañar estas travesías.
¿Y tú qué prefieres? ¿El barco o el avión?