Pensar en las comidas típicas de Francia es pensar en sus clásicas baguette. Los franceses agregan esta barra alargada y delgada de pan crujiente prácticamente a todas sus comidas, tanto para armarse un gran sandwich como para mojarla en queso fundido. De hecho, sumergir el pan sobre el queso fundido es también otra delicia de las comidas típicas de Francia, conocida como fondue.
Los franceses siempre fueron cuidadosos en el arte de la cocina. Desde que la preparación de los alimentos hasta la presentación de la comida lista, todo está controlado hasta el más mínimo detalle. En Francia, la manera de servir las comidas es tan importante como el sabor y la calidad de los ingredientes.
Esta costumbre data de la esplendorosa época de Luis XIV, donde la nobleza y los ciudadanos de clase alta se entregaban a los placeres de la comida con festines que llegaban a durar hasta ¡12 horas! con más de diez platos diferentes servidos. El suelo fértil de Francia le ha servido al país para obtener frutas frescas, verduras, hierbas, granos y carne durante casi todo el año. Además, es propicio para el cultivo de vid, que los coloca como uno de los mejores fabricadores de vino del mundo.
Por eso mismo, el alcohol también tiene un rol importante dentro de las comidas típicas de Francia, junto con la raclette, un queso que los franceses suelen comer a la parrilla junto con rodajas de jamón o carne acompañado de patatas.
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