Estudios sugieren que salir a trotar podría ayudar a evitar el daño en tu cerebro tras una borrachera

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Uno o dos tragos rápidamente pueden transformarse en más y nuestro cuerpo lo reciente, no por nada el consumo excesivo de alcohol está relacionado con tantas enfermedades graves.

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¿Te pasaste de copas anoche? En vez de dormir con tu resaca, ponte zapatillas y sale a trotar, al menos así lo recomiendan dos nuevos estudios científicos que determinaron que la actividad física evita o al menos disminuye el daño que el alcohol provoca al cerebro.

El ejercicio protege tu cerebro contra los daños del alcohol

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Estamos terminando el año y nos la pasamos de brindis en brindis, por lo que no es difícil superar los límites de consumo moderado de alcohol, lo que provoca daños a corto, mediano y largo plazo en el cuerpo.

Dos estudios realizados en Estados Unidos demostraron los efectos positivos del ejercicio sobre el cerebro a la hora de evitar daños por el consumo de alcohol, específicamente por sobre las mitocondrias.

Los resultados de ambas investigaciones, en las que se experimentó con ratones, demostraron que aquellos sujetos a los que se les suministró alcohol, ya sea de un par de veces por semana o diariamente, se beneficiaban con la realización de ejercicios aeróbicos.

En el caso de los ratones a los que se les proporcionaba alcohol pero que también realizaban sesiones de trote, sus cerebros no mostraban un deterioro especialmente en el hipocampo, lo que sí ocurría en las ratas sedentarias las que mostraban una disminución de un 20 % de la cantidad de neuronas presentes en dicha zona del cerebro.

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Las razones para esa protección que el cerebro recibe ante los daños del alcohol estaría en la cantidad de mitocondrias presentes. El correr estimula la generación de nuevas neuronas las que reemplazarían aquellas destruidas por beber en exceso. Este efecto no solo se da a nivel cerebral, estudios anteriores demostraron que algo similar sucede en el hígado.

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Ejercicios aeróbicos como trotar, andar en bicicleta, nadar e incluso caminar no evitan que el alcohol haga estragos en el cerebro destruyendo neuronas, pero sí ayudan a reparar el daño estimulando la neurogénesis, eso no significa que las personas tengan licencia para beber en exceso si es que se ejercitan.

Los daños del consumo de alcohol en el cuerpo van mucho más allá de la destrucción de neuronas, ya que además se le relaciona con el desarrollo de cánceres, problemas hepáticos, diabetes y enfermedades cardíacas.

Al menos ya sabes que si te pasaste de copas en navidad o año nuevo puedes pedirle disculpas a tu cerebro saliendo a trotar, aminorando así el daño provocado.