El sonido de los icebergs al nacer: una nueva forma para estudiarlos

Los icebergs, esos enormes pedazos de hielo que vagan por el mar, son mucho más que un montón de agua. Al desprenderse de un glaciar, el iceberg tiene un sonido propio que ayuda a los científicos a estudiar el nivel del mar. Sabiendo cuanto es el hielo que se desprende es que pueden entender como se modifica la cantidad de agua en el océano.

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¿Cómo se escucha a un iceberg?

Imagen Thinkstock

Un grupo de científicos del Instituto de Geofísica de la Academia de Ciencias de Polonia colocó micrófonos debajo del agua de manera de escuchar los sonidos particulares de cada iceberg. Usando la acústica es que se puede estudiar la información constantemente, recolectando grabaciones. Todo esto se registra a medida que un trozo de hielo se desprende de un glaciar, generando sonidos.

La grabación se combinó con la fotografía time-lapse y así se dieron cuenta que cada tipo de iceberg genera un sonido diferente al nacer. El glaciar estudiado fue el Hans, en el archipiélago noruego Svalbard, donde se encontraron tres tipos diferentes de sonidos.

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El momento de desprendimiento de un iceberg

Con esta tecnología pueden saber cómo se desprende un trozo de hielo de su glaciar, y saber en que etapa de ruptura se encuentra, incluso cuando es debajo del agua. Así se dieron cuenta de que estos eventos comienzan a veces con una desintegración debajo del agua, donde aparecen pequeñas rupturas que se propagan.

Luego el hielo se desprende de la pared y aparece en la superficie (Evento submarino). Otras veces caen desde las partes más altas del glaciar (Evento subaéreo típico) o se desprenden de la superficie con un pequeño ruido y se deslizan por ella (Evento subaéreo de desplazamiento).

En la actualidad los glaciares son monitoreados por satélites, pero las pequeñas rupturas todavía no son detectables con esta tecnología. Esta es una forma muy precisa de estudiar cuánto hielo está desprendiéndose y llegando al mar debido al aumento de la temperatura a nivel global. Se supone que el hielo del mundo está derritiéndose a medida que pasa el tiempo, así que es importante saber la velocidad con la que está ocurriendo.