Como todo el mundo sabe, la avena está considerada como un súper alimento, una fuente diaria que todos deberíamos consumir para cuidar nuestra salud. Tiene propiedades beneficiosas para el corazón, para regular el peso, para mejorar la digestión, para evitar el estreñimiento, etc.
Se trata de un tesoro natural utilizado desde la Antigüedad, y que ha ganado en popularidad en estos últimos años gracias a la medicina actual.
La Clínica Mayo, por ejemplo, ha realizado un estudio interesante donde explica precisamente los grandes beneficios de la avena para reducir el colesterol malo.
Veamos algunos de sus beneficios:
La avena contiene fibras solubles, que son ricas en lipoproteína y que permiten reducir la densidad del colesterol malo.
Este tipo de fibras es el mismo que se encuentra en las manzanas, por ejemplo y cuya eficacia para reducir el colesterol es muy conocida.
Debéis saber que todos los alimentos que contienen avena no ayuda a reducir el colesterol.
Por ejemplo, las galletas de avena pueden ser dañinas porque contienen muchos azúcares y grasas saturadas.
Por lo tanto es preferible evitar este tipo de alimentos y consumir avena natural.
1. La avena con manzana verde y canela
Ingredientes
100 g de avena instantánea
Una manzana verde
Un vaso de agua (200 ml)
Un poco de canela en polvo
Preparación
Comenzar por lavar, y luego cortar la manzana en pequeños pedazos.
No es necesario pelar la manzana porque justamente la piel es lo que contiene más nutrientes que ayudan a reducir el colesterol.
Después, se pone un vaso de agua a hervir con la avena.
Al cabo de 10 minutos, se añaden los pedazos de manzana, con el fin de cocerlos durante 20 minutos. Cuando veáis que la manzana está blanda, se apaga el fuego.
Finalmente, se pasa la mezcla por la batidora hasta obtener un jugo homogéneo. En el momento de beberlo, se añade la canela por encima. Una receta ideal para los desayunos.

2. La avena con pera
Ingredientes
Una pera
100 g de avena instantánea
Un vaso de agua
20 g de miel.
Preparación
Esta receta es igualmente ideal para los desayunos o si lo deseáis, para las cenas.
Para prepararla, se empieza por calentar el vaso de agua en una cacerola y se añade después la avena para cocerla.
Una vez que ha adquirido una consistencia espesa y adaptada, se añade la cucharada de miel para aportar un poco de sabor.
Después, se limpia la pera y se corta en pequeños pedazos, sin pelarla.
La pera es ideal para combatir el colesterol, y mezclada con avena, estimula más sus beneficios.
Se coloca la avena en un bol y se añaden los trozos de pera. Está delicioso y se consigue un desayuno tan nutritivo como sano.
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