Por qué son peligrosos los fidget spinners, el juguete que causa furor entre los niños

Muchos piensan que estos aros giratorios son inofensivos y hasta beneficiosos porque promueven la concentración, pero el reciente caso de una niña de Texas que se tragó una de sus partes y otros accidentes han encendido las alertas. Conversamos con especialistas para entender sus riesgos.

Video Fidget spinner, ¿juguete o herramienta de desarrollo para niños y adolescentes?

SAN ANTONIO, Texas.- Los fidget spinners son el juguete más popular entre los niños este año. Se ha dicho que hasta tienen beneficios para aquellos con autismo, ansiedad o déficit de atención, pero el sábado 13 de mayo hicieron pasar un gran susto a la mamá texana Kelly Rose Joniec, quien compartió su historia en Facebook para alertar a otros padres. En pocas horas el post se hizo viral, con más de 450 mil shares y 44.500 comentarios.

Su hija, Britton, se tragó uno de los tres aros del juguete giratorio que cabe en la palma de una mano y causa furor en los pequeños (y hasta adultos) al dar vueltas incesantemente como un ventilador. “Rumbo a casa escuché que Britton hizo un ruido extraño en el asiento de atrás. La miré por el retrovisor y vi que ella estaba babeando y tenía el rostro muy rojo, así que me detuve. Me señaló su garganta y dijo que se había metido una parte del spinner en la boca para limpiarla y que se la había tragado”, relató Kelly.

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Entonces, intentó hacer la maniobra de Hamelich (medida de primeros auxilios que consiste en comprimir el esternón para desobstruir el ducto respiratorio), pero sin resultados. La llevó directo a un Urgent Care Center donde la enviaron en ambulancia al Texas Children’s Hospital. Allí se determinó que el aro quedó atracado en un lado del esófago y fue removido mediante una endoscopia (un proceso en el que se inserta un tubo en la garganta). “Por suerte, todo salió bien, pero nos asustamos mucho no sólo por la ingestión inicial, sino por la preocupación sobre la estructura y composición del objeto y el riesgo de la anestesia general”.

En pocas horas el post se hizo viral, con más de 450 mil shares y 44.500 comentarios.
En pocas horas el post se hizo viral, con más de 450 mil shares y 44.500 comentarios.
Imagen Facebook

El lugar donde se encuentre el objeto foráneo es decisivo para determinar el riesgo y elegir la mejor forma de extraerlo, explicó a Univision Salud la doctora Gabriella Cardone, quien trabaja en el departamento de emergencias pediátricas del Health Science Center de la Universidad de Texas en Houston y ha atendido muchos casos similares. “A veces el juguete pasa sin problemas directamente al intestino, pero en otras se atasca en el esófago u obstruye la vía respiratoria, lo que requiere de atención médica inmediata”.

Si un niño traga un juguete u otra pieza, lo primero que se debe hacer es intentar que lo expulse mediante la maniobra de Hamelich, tal y como hizo Kelly. Si no sirve y el pequeño está morado o con dificultad respiratoria es imperativo que llamar al 911. Cuando tiene la molestia de algo atascado, pero sin dificultad respiratoria hay más tiempo aunque igual debe consultar de inmediato con su especialista, aclara Cardone.

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La mamá espera que la experiencia sirva de advertencia a otros padres. “Los fidget spinners están de moda, así que son ampliamente distribuidos. Niños de todas las edades los quieren, pero no todos tienen advertencias apropiadas según la edad. Los aros se salen fácilmente así que si tienes hijos menores de 8 años, toma en cuenta que hay el riesgo de ahogamiento”.

“Creo que el mayor riesgo de este juguete es que las piezas pueden caerse fácilmente”, confirmó Patricia Rodríguez, directora médica del Multicultural Community Health & Health Equity del Children´s Health de Dallas. Por eso, recomienda adquirir un modelo de fidget spinner que viene en una única pieza, pues es más seguro.

“Los aros se salen fácilmente así que si tienes hijos menores de 8 años, toma en cuenta que hay el riesgo de ahogamiento”, advirtió Kelly Rose Joniec en el post.
“Los aros se salen fácilmente así que si tienes hijos menores de 8 años, toma en cuenta que hay el riesgo de ahogamiento”, advirtió Kelly Rose Joniec en el post.
Imagen Carlos Osorio/AP

Según Cardone, un buen parámetro para determinar si un juguete u objeto puede representar un peligro para el niño es compararlo con el diámetro del hueco de un rollo de papel higiénico. Si es más pequeño, entonces puede caber en su boca y hay riesgo de asfixia.

Aunque los menores de 3 años son más propensos a introducirse objetos en la boca, también hay que mantenerse vigilante con los mayores. Al igual que cualquier otro juguete, los spinners pueden ocasionar otro tipo accidentes distintos al ahogamiento.

Como otras madres, Michelle Sleight pensaba que los fidget spinners eran inofensivos hasta que el juguete golpeó la boca de su hija de 9 años y le rompió un diente mientras la pequeña se entretenía con él en el auto.

A la niña, que vive en Syracuse, tuvieron que hacerle tratamiento de conducto que costó a la familia unos 2,000 dólares, relató Sleight a un medio local. “Tengan cuidado, esto puede pasar. Esto ha pasado”, exclamó.

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En Australia, un niño de 11 años casi perdió un ojo cuando una pieza de su fidget spinner se salió cuando él intentaba mostrarle unos trucos a sus amigos. “ Lanzó spinner un poco más alto de lo habitual y éste cayó y lo hirió en la esquina de su ojo. Tuvo suerte de no perder la visión”, relató su madre a Kidspot.

El juguete: ¿terapia o amenaza?

Los fidget spinners (que en español significa algo así como girador inquieto) vienen en distintos modelos, materiales y marcas. Algunos están hechos de silicona, otros de aluminio y también los hay de plástico. Pueden dar vueltas sobre una mesa o en la mano y la meta habitual entre sus jugadores es ver quién puede lograr hacerlo girar durante más tiempo.

La fascinación entre niños de todas las edades fue tal que en colegios de varios estados enviaron comunicados donde se prohibía llevarlos a las aulas de clase.
La fascinación entre niños de todas las edades fue tal que en colegios de varios estados enviaron comunicados donde se prohibía llevarlos a las aulas de clase.
Imagen Carlos Osorio/AP

Fueron diseñados en la década de los noventa por Katherine Hettinger para canalizar la energía de niños con autismo y déficit de atención, y para ayudarlos a concentrarse. Justamente este grupo es más susceptible a introducirse objetos en la boca, lo que aumenta los riesgos de ahogamiento, advierte Nancy Cowles, directora de la organización Kids in Danger, que revisa los parámetros de seguridad de muchos juguetes.

El año pasado, como la patente ya se había vencido, los hermanos Mark y Matthew McLachlan copiaron la idea y los fabricaron con la ayuda de una campaña en Kickstarter. Fue un éxito total.

La fascinación entre niños de todas las edades fue tal, que en estados como Illinois, Massachusetts, Minesota, Florida y ahora Nevada varios colegios enviaron comunicados donde se prohibía llevarlos a las aulas de clase.

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Una familia de la escuela de Henderson, en el sur de Nevada, recibió una carta en la que se pedía no permitir a los niños llevar los fidget spinners a la escuela. “Se han convertido en una gran distracción y molestia en los salones de clase”, advierte la carta reseñada por la agencia de noticias EFE. Muchos se opusieron a este tipo de medidas argumentando que el objeto tiene fines terapéuticos y promueve la concentración.


En ese sentido, Cowles se pregunta si el hecho de ser mercadeados como una herramienta pedagógica y no un juguete como tal ha impedido que sean sometidos a las pruebas de evaluación que debe pasar todo juguete.

Escuelas como la Carroll School en Nueva York alegaron que los fidget spinners podían ocasionar “lesiones severas”. “Son pequeños, pero pueden herir a alguien severamente. Para prevenir esto, debemos prohibir estos spinners en la escuela, incluso durante los recesos”, escribieron en un boletín que luego fue publicado en su página de Facebook.