No quiero referirme exclusivamente a posturas ligeras e impertinentes de candidatos políticos. Lamentablemente esta no es una situación que sea exclusiva a un comentario. Es algo que está sucediendo ya.
El castigo contra las mujeres ya está siendo implementado
El verdadero triunfo de políticos como Trump es que las mujeres se vean obligadas a tener que develar sus decisiones privadas, para defender un derecho que ya tienen.

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Este ataque constante y visible a organizaciones que prestan servicios de aborto es desde hace tiempo parte de una amplia y consistente campaña por parte de muchos políticos en contra del aborto. Su objetivo, uno fundamental, interferir en las decisiones personales de las mujeres y vulnerar sus derechos fundamentales.
Esta agenda política busca que, como no pueden hacer que los servicios de aborto sean completamente ilegales, los vuelvan sí supremamente inaccesibles, que, al final de cuentas, es lo mismo. ¿De qué te sirve por ley tener acceso al aborto, cuando en realidad, en la práctica, no tienes clínicas a donde ir? No sirve de nada.
Estos son ideales, amparados en miramientos religiosos, que lo único que consiguen es afectar la salud de las mujeres. Crear obstáculos, clausurar clínicas en donde las pacientes pueden tener acceso a procesos de aborto seguros, las fuerza a tomar decisiones más riesgosas, vulnerando un derecho fundamental, el de la salud.
A nivel nacional hay muchas leyes ya aprobadas. En Texas está la legislatura HB2, que fue aprobada en octubre de 2013 y que puso regulaciones que impactan mayoritariamente a las comunidades de bajos recursos, y en especial a aquellas mujeres de origen latino o afroamericano. No están corrigiendo ningún tipo de problema al cerrar las clínicas, están creando uno nuevo y muy serio. Desde que se implementó esta legislatura, en el estado de Texas había 42 clínicas, la mitad de las clínicas cerraron. Quedan solo 19 al día de hoy.
Abortar es una decisión privada. Esta es una situación que es urgente destacar: nadie se embaraza con el fin de tener un aborto, esa no es una razón que aliente a nadie, simplemente, las mujeres se ven en una situación de un embarazo no planeado, toman una decisión muy difícil, pera la toman en familia y con el médico. Por eso, que vengan políticos y gente completamente extraña en sus vidas a querer tomar esas decisiones por ellas es realmente un abuso. Una injusticia.
El verdadero triunfo de políticos como Trump, es que las mujeres se vean obligadas a tener que develar sus decisiones privadas en la calle y en las redes sociales, para defender un derecho que ya han ganado.
Lo peor es que cuando él habla de un posible castigo, hay que decir que el castigo ya está siendo implementado. Simplemente con que existan leyes que bloquean el acceso a los servicios de salud legal eso ya es un castigo. Esas leyes que clausuran clínicas y que crean obstáculos son, cómo más llamarlo, un castigo.
Es entonces sorprendente ver este retroceso cuando otros países latinoamericanos van en progreso en relación a estas leyes que son tan polémicas y que tocan fibras conservadoras. Vemos el avance en países como México y Colombia. Sentimos y lamentamos el retroceso en Estados Unidos.







