J. Ismael Canales

Nada más se acerca el fin de semana o empieza el mes en el que tendremos vacaciones y de inmediato empezamos a hacer cientos de planes para aprovechar esos días en que tenemos menos responsabilidades.

Tomar una cerveza al lado de tus mejores amigos es uno de esos pequeños grandes placeres que podemos darnos en la vida. Nada mejor que revivir recuerdos, contar anécdotas y reir como nunca mientras tomamos una de las bebidas creadas por el hombre más antiguas de la historia.

La personalidad que tenemos es lo que nos vuelve únicos, podremos ser el gemelo de alguien o parecernos mucho a nuestros padres, pero esa mezcla entre gustos, carácter y estilo de vida, es lo que nos diferencia de los demás.

Giorgio Armani, decía que “una fragancia bien escogida puede ser una característica distintiva. Es la primera cosa que la gente percibe cuando entras en una habitación y la última que sienten cuando te vas” y tenía mucha razón.

Fue hace ya 5 años, en el 2014, que Disney comenzó una nueva etapa en su amplio universo del entretenimiento, con el remake en Live Action de muchas de sus películas animadas. Dumbo, Cenicienta, y La Bella y la Bestia han sido algunas de las historias que han pasado de la animación a la realidad y ahora toca el turno a una de las películas que inevitablemente nos recuerdan nuestra infancia: El Rey León.

Toy Story es una de las historias animadas que más amamos en el mundo, se tenía que decir y se dijo. No es coincidencia, la primera entrega de la saga es para muchos la primer película animada que vimos en la historia y nos marcó para siempre.