La industria de los cómics ha evolucionado hasta tal punto que hoy en día los artistas que están detrás de tus series favoritas se han vuelto tan famosos como los personajes y las historias en las que trabajan. Primero vino el turno de los escritores, con el gran auge de popularidad que tuvieron desde finales de los 80. Poco a poco, el foco de atención del público se iba expandiendo hasta incluir a los ilustradores que, semana a semana, nos entregan un estilo que se ha convertido en un arte por sus propios méritos.

Han pasado más de 28 años desde que Alan Moore creara uno de los mejores cómics de la historia: Watchmen (Algunos aseguran que es el mejor).

El dibujo, como cualquier otra ramificación artística, suele colarse en otros formatos de expresión sensible como la danza, el teatro, y por supuesto, el cine. ¿Cómo es posible que el dibujo como arte haya dejado un legado en una industria tan intangible como la música? La respuesta es sencilla: portadas de discos.

Desde hace un par de años venimos siendo testigos de cómo IDW Publishing ha producido títulos nacidos en el excelente semanario de ciencia ficción británico. Entre ellos tenemos al propio Juez Dredd, a Sinister Dexter, y The Zaucer of Zilk. Parece que esta editorial estadounidense ha descubierto los buenos personajes que desde hace años se publican al otro lado del Atlántico y está decidida a mostrárselos a sus lectores.

Mark Millar ha estado muy ocupado últimamente, para el mes de agosto veremos Kick-Ass 2 en cine, se encuentra terminando el comic spin-off de Hit Girl, posiblemente lleve a la pantalla a su famoso Nemesis, se encuentra en pláticas para también concebir la cinta de Superior y Supercrooks, además ha confirmado que Matthew Vaughn será el encargado de dirigir Secret Service (que por cierto, el mismo Millar dijo que Vaughn dejó X-men: Days of the Future Past para dirigir este film). Así que ahora hablaremos de este último trabajo de Millar en el mundo de los comics.

Cinco nuevas escenas llegan para mostrarnos momentos clave de Watchmen y a pesar de sus excelentes valores de producción, las actuaciones dejan mucho que desear.