Patricia Cantú lleva en su piel la huella de un terrible suceso. Siendo apenas una niña, su casa estalló en llamas luego de derramar accidentalmente una botella con gasolina muy cerca de un calentador, cobrando la vida de sus dos hermanas y dejándole quemaduras en el 98% de su cuerpo. Si bien el dolor físico era insoportable, asegura que la culpa era lo que más la atormentaba. Pese a todo, con el apoyo de familiares y amigos, logró sobreponerse y hoy en día es un ejemplo para muchos.