Gabriela Pérez estaba a punto de casarse y disfrutar de una gran fiesta, pero el cornavirus la obligó a dejar su vestido de novia y ponerse la bata para atender en primera línea la emergencia sanitaria. Finalmente, con su pareja decidió retomar los planes de matrimonio, pero ahora adaptándose a la nueva realidad, en la que la tecnología fue el mejor aliado.
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